Tras la negativa por parte del la compañía de seguros de brindarle una silla especial para personas parapléjicas, Shea, el padre de Alejandro decidió construirle una silla especial para que su hijo pudiera moverse y conocer el mundo.
Alejandro es un niño que tiene dos años de edad y que sufre de atrofia muscular espinal, una enfermedad genética degenerativa, la cual limita los movimientos de su cuerpo reduciéndolos a ligeros movimientos con sus extremidades.
Aunque a su corta edad Alejandro sea un niño muy inteligente y social, su condición muscular le impide poder explorar el entorno que le rodea como cualquier otro niño, además de que lo hace muy débil para completar movimientos corporales básicos.
Buscando una solución para su hijo, Shea inició su proyecto con una silla de ruedas eléctrica para adulto de 800 dólares. A partir de este vehículo, él acondicionó el asiento al tamaño de su hijo y modificó el área de las baterías, lo que representaba el mayor desafío, ya que partió de este punto para crear un control en forma de pedales para que Alejandro pudiera mover la silla a su voluntad.
“Al parecer los dedos de los pies de Alejandro responder más rápido a sus intenciones motoras que sus dedos de las manos, así que decidí enfocar mis esfuerzos ahí” escribe Shea.
En su blog, el padre describe cómo es que su hijo se adaptó rápidamente a la silla y que con esta solución su hijo ha podido moverse y conocer de cierta forma el mundo que le rodea.
Shea también invita a las personas a visitar su blog llamado Hacking SMA donde narra paso por paso la realización del proyecto, así como los problemas a los que se enfrentó. Con esto, este hábil hombre busca alentar a más personas a realizar algo similar a lo que él pudo hacer con sus propias manos.
Sin duda, este es un claro ejemplo de la determinación de un padre por ayudar a su hijo.
Referencia: Hacking SMA Cnet