A pesar de que los primeros casos de coronavirus se dieron a conocer a finales de 2019, la humanidad nunca imaginó que muy pronto todo estaría por cambiar.
Si bien el avance tecnológico siempre ha sido constante, el año 2020 sirvió para que se viera catalizado como nunca.
Las herramientas digitales han jugado un papel fundamental para establecer nuevas formas de comunicación y, aunque pareciera que la pandemia está cada vez más normalizada, no dejamos de tener ciertas dudas sobre el origen de esta pesadilla.
Para responder todos esos cuestionamientos, un grupo de integrantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinado en China, trabajó en la investigación de los orígenes del coronavirus.
¿Qué concluye la OMS sobre el origen de COVID-19?
En una búsqueda desesperada por conocer el origen de la propagación del virus que ha cobrado la vida de más de 2,300,000 personas en todo el mundo, se han suscitado múltiples teorías.
Sin embargo, la OMS ha concluido que el coronavirus es de origen animal y que no hay evidencia de que existiera transmisión antes de su detección en diciembre de 2019 en Wuhan. De igual modo, los expertos descartaron la hipótesis de que el virus tuviera origen en un laboratorio.
Peter Ben Embarek, líder de la misión, ha asegurado tras la investigación que los principales sospechosos sí son los murciélagos, aunque aún esté el misterio de cómo el virus cubrió los miles de kilómetros que separan a Wuhan de la provincia de Yunnan y otros países del sudeste asiático.
«Todo el trabajo que se ha hecho para identificar su origen continua señalando a una reserva de este virus o de un virus similar en poblaciones de murciélagos», afirmó el experto.
De igual modo, Embarek destacó dos hipótesis que podrían ser las más probables para la transmisión del virus al ser humano; una es que pudo ser a través de un animal, y la otra explica que pudo haber sido a través de algún alimento congelado.
El miembro de la OMS hizo especial hincapié en que se debe insistir en el estudio de la cadena de frío como fuente de transmisión, ya que si bien existe certeza de que el virus aguanta mucho tiempo, aún no se sabe cómo se transmite exactamente.
Sin embargo, la teoría menos probable, de acuerdo con el científico, es que haya existido una fuga de laboratorio después de que el Instituto de Virología de Wuhan fuera uno de los lugares clave en la investigación del organismo internacional.
La investigación también arrojó que el mercado de mariscos de Huanan pudo ser el origen del primer brote o al menos uno de los primeros lugares donde se extendió el SARS-Cov-2.
«Se extendió entre la gente que estaba, vivía, trabajaba y visitaba el mercado de Huanan durante todo el mes de diciembre», detalló Peter Ben Embarek.
Pese a que la OMS haya otorgado diversas conclusiones sobre el origen de la propagación del virus, se harán más estudios para intentar determinar concretamente lo ocurrido de forma sistemática para después unir todas las pistas.
No obstante, los esfuerzos ahora se centrarán en determinar el animal que infectó al ser humano.