El juego de la vida es algo más que un pasatiempo de computadora. Es un ejemplo de un sistema complejo, en donde ciertos elementos que corresponden a la vida misma, se pueden -de alguna manera- mostrase: evolución, reproducción y muerte. Ya en unocero hemos hablado de este juego, inventado por el matemático británico John Conway.
El juego de la vida es apasionante y hay incluso comunidades dedicadas a construir mundos completos dentro de dicho juego. La investigación formal de lo que pasa con ciertas configuraciones han creado teoremas y suposiciones, algunas de ellas aún no demostradas. Ahora tenemos un video del creador del juego de la vida en donde admite que lo odia:
Conway es un matemático con mucho talento, y ha tenido logros en otros campos de la matemática que son más importantes de lo que su juego de autómatas ha creado. De alguna manera, dice Conway, el juego de la vida ha opacado otras de sus invetsigaciones que son sin duda má importantes que el juego que creó. Sin embargo, el matemático admite que su juego es una de las ideas que han tenido más impacto en el mundo académico.
En el segundo video, la entrevista a Conway se pone aún mejor. La historia involucra a Von Neumann y sus intentos de hacer una computadora que se autoreplicara, así como el hallar un conjunto de reglas simples que dieran como resultado un comportamiento no predecible. En ese tiempo, Conway no tenía acceso a las computadoras, por lo que el juego de la vida se realizaba en un tablero de Go.
En alguna medida es triste escucharlo decir (con respecto al juego de la vida): «desde mi punto de vista no eran matemáticas reales… Personalmente no pienso mucho en ello». Y en una respuesta a la pregunta de si había más que decir sobre el juego de la vida, Conway aclara: «No, está terminado. Nada de lo que se continúe haciéndose en el juego es tan interesantes como el hecho básico de que este conjunto de reglas simples tiene estas propiedades sorprendentes».
Cualquiera que sepa de teoría de la complejidad no estará de acuerdo con lo que Conway menciona, pues los autómatas celulares han dado todo un nuevo espectro de investigaciones, las cuales han tenido impacto en áreas de la ciencia que van desde la biología hasta la economía.
Y una frase de Conway para recordar: «Me siento en el corredor del departamento de matemáticas de Princeton y pienso sobre cosas, e imagino que un estudiante joven, graduado, piensa de mí: ‘Oh, este es el tipo loco que hizo una vez alguno bueno’… Francamente, no me importa».
Referencias: