Actualmente, no existen métodos capaces de detectar la enfermedad de Alzheimer en una etapa temprana. Sin embargo científicos de la Universidad de Northwestern parece estar un paso más cerca al desarrollar una prueba no invasiva que utiliza una sonda, anticuerpos y nanoestructaras magnéticas para localizar los oligómeros beta-amiloide que atacan las neuronas a través de resonancia magnética, antes de que aparezcan sus primeros síntomas.
En los cerebros con Alzheimer, los oligómeros beta-amiloide atacan las sinapsis de las neuronas, causando su muerte y destruyendo la memoria. Conforme pasa el tiempo, los beta-amiloides se acumulan y forman placas, las cuales son detectadas por las pruebas actuales. Sin embargo, estos oligómeros aparecen hasta décadas antes de que las placas sean detectadas.
El neurocientífico William L. Klein y sus colegas desarrollaron una nano sonda de resonancia magnética que, junto con un anticuerpo, identifica los beta-amiloides responsables del Alzheimer. Las toxinas acumuladas aparecen como áreas oscuras en las tomografías del cerebro.
El método no es invasivo y se llevó a cabo inicialmente en animales vivos: una mitad con la enfermedad y la otra, sana. Posteriormente se usó tejido de cerebros humanos de pacientes que murieron por complicaciones del Alzheimer y un control de pacientes que no presentó la enfermedad. En ambos casos, los resultados del estudio fueron positivos.
Actualmente tan solo en los Estados Unidos, la enfermedad de Alzheimer afecta a unos 5 millones de personas mayores de 65 años (1 de cada 9). Sin embargo, la Asociación de Alzheimer predice que para el año 2050, este número ascenderá a un alarmante 13,8 millones de personas mayores de 65 años (1 de 4).
La detección temprana de los beta-amiloides no sólo permitirá diagnosticar el Alzheimer antes de que aparezcan sus primeros síntomas, sino que permitirá diseñar terapias más efectivas para combatir y monitorear el progreso de la enfermedad.
Referencia: Universidad Northwestern