La NASA tiene un número de satélites girando alrededor de la Tierra, en donde se analizan el comportamiento del planeta en términos climáticos. El cambio global, el cual para muchos es una realidad irrefutable, está provocando fenómenos curiosos, por ejemplo, que las estaciones del año sean mucho menos regulares, que de pronto llueva o caigan nevadas donde nunca se esperaría que esto ocurriría, etcétera. Para entender este asunto, el siguiente video de la NASA, puesto en YouTube, nos muestra que el hielo del Ártico no sólo se está achicando en lo que se refiere a la superficie del mismo, sino que se ha hecho más delgado.
La animación muestra la capa de hielo ártico a través del tiempo y ésta se ve en el video ciertamente gelatinosa. Puede verse que el hielo pulsa de ser mucho a poco a través de los años. El Dr. Walter Meier, del Centro Espacial de Vuelos Goddard de la NASA, describe cómo el hielo se ha movido y ha tenido cambios fundamentales durante la era de las mediciones por satélite.
2017 fue el récord de año caluroso, siendo el segundo más caliente para las mediciones de la NASA y el tercero más cálido de acuerdo a la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Es claro que los datos nos otorgan una tendencia que va hacia el aumento de la temperatura, de acuerdo con la NASA, una tendencia que está dominada por la actividad de los seres humanos a través de las emisiones de dióxido de carbono.
Los récords de temperatura para el planeta, monitoreados independientemente por ambas agencias empiezan alrededor de 1880. El año más caliente sigue siendo el 2016, mientras que el 2015 fue el segundo más cálido, de acuerdo a NOAA y tercero por la NASA, lo que significa que los últimos tres años más calientes son muy recientes y esta información es preocupante por sí misma. Y aunque el 2017 fue ligeramente menos caliente, comparado con el 2016, la tendencia a un planeta con temperaturas más alta es una tendencia totalmente real e irrefutable.
De acuerdo a la NASA, la temperatura global promedio en la tierra y en el océano, fue de 0.9 grados centígrados más que la del promedio en el siglo XX. Esto nos pone a la mitad del camino al objetivo ambicioso de limitar el crecimiento de la temperatura a 1.5 grados centígrados, el cual se fijó en el 2016 en el acuerdo del clima, que se llevó a cabo en París.
El cambio climático es algo más que el deshielo de la capa ártica, es el inicio de una serie de fenómenos climáticos que pueden ser mucho más peligrosos para los seres humanos: huracanes más devastadores, tormentas heladas en partes importantes del mundo, problemas de toda índole en las cadenas alimenticias, etcétera. Y aunque nos suene como un panorama devastador hay que pensar que, con los datos que se nos están dando, las cosas no están sencillas para el planeta Tierra, la madre Tierra, el único lugar donde podemos vivir.