A los 82 años de edad muere Eugene Cernan, el último hombre que caminó en la Luna. Sus últimas palabras fueron (en el espacio, cuando dejaba la superficie de nuestro satélite natural): «Nos vamos como vinimos y, Dios mediante, regresaremos, con paz y esperanza para toda la humanidad». Fue esta la misión Apolo 17 que terminó con los viajes a la Luna.
Cernan, dice la NASA, fue un capitán de la Marina estadounidense, que dejó su marca en la historia volando tres veces al espacio (de las cuales dos fueron a la Luna). Tiene además la distinción de ser el segundo estadounidense que caminó en el espacio y el último ser humano que dejara sus pisadas en el satélite natural de la Tierra.
Fue uno de los 14 astronautas seleccionados por la NASA en octubre de 1963 y el piloto de la nave Geminis 9 con el comandante Thomas P Stafford, en un vuelo de 3 días que ocurrió en junio de 1966. Cernan estuvo más de dos horas fuera de la cápsula que estaba en órbita.
En mayo de 1969 fue el piloto del módulo lunar del Apolo 10, la nave que fue hasta la Luna pero que se mantuvo solamente en órbita. Su trabajo sirvió para calificar y verificar las capacidades del módulo lunar. La misión confirmó su desempeño, su estabilidad y confiabilidad para poder hacer el trabajo de alunizar y de regresar a los astronautas al módulo de mando. De hecho hizo una especie de simulacro, llegando a estar a 8 millas naúticas de la superficie de la Luna.
En una entrevista en el 2007 para las historias orales de la NASA, Cernan dijo: «Le estuve diciendo repetidamente a Neil Armstrong que habíamos pintado una línea blanca en el cielo, todo el camino hacia la Luna, de unos 47 mil pies, para que no se fuese a perder y que todo lo que tenía que hacer era aterrizar. Lo que hicimos fue facilitarle la vida».
Cernan concluyó su carrera espacial histórica como comandante de la última misión tripulada a la Luna en diciembre de 1972. En el camino hacia el satélite natural, la tripulación captó una de las fotos más icónicas de nuestra casa, la Tierra, con todo el hemisferio iluminado. Fue una «Tierra completa», mostrando África, la península arábiga y el Polo Sur. La foto se hizo muy popular y alguien la bautizó como «la canica azul», un título que usaría la NASA en una serie de imágenes de nuestro planeta.
Referencias: Boing Boing