La búsqueda de vida extraterrestre empieza con el hallar planetas, los cuales no necesariamente son sinónimo de vida, pero es un primer paso. Por ejemplo, en el sistema solar tenemos a Júpiter y Saturno, grandes cuerpos celestes que son inmensos, pero que probablemente son realmente gigantes gaseosos. Por ello, la NASA ha decidido usar un nuevo telescopio que podría buscar con más precisión, de forma más enfocada, los posibles planetas en donde pudiese haber vida.
Esto es lo que indica un equipo de astrónomos de la Universidad estatal de Ohio, que podría dar a la fecha los estimados más detallados mediante WFIRST (Wide Field Infrared Survey Telescope). Esta misión se diseñó por la NASA y por astrónomos que buscan hallar nuevos planetas y además investigar la siempre misteriosa energía oscura, la cual no tiene aun prueba fehaciente de su existencia y que quizás podría ser la clave para entender cómo se expande el universo. Los primeros resultados se publicaron el 25 de febrero en la serie suplementaria del Astrophysical Journal.
“Queremos saber qué tipo de sistemas planetarios hay afuera”, dijo Matthew Penny, autor líder de este estudio e investigador post-doctoral en el departamento de astronomía de la mencionada universidad. “Para hacer esto, no solamente se necesita ver lo obvio, lo cual es la parte sencilla, sino que hay que ver todo”, dice.
Los planetas más idóneos para que los encuentre WFIRST podrían estar más lejos de las estrellas en donde se han encontrado ya planetas, dijo Penny. La misión se construirá a partir de los resultados de Kepler, el telescopio espacial que encontró más de 2,600 planetas fuera de nuestro sistema solar. La misión Kepler terminó a finales de octubre del 2018. “Kepler inició la búsqueda indagando los planetas que orbitan alrededor de estrellas que están cerca de la Tierra relativamente”, comentó Penny y añadió: “WFIRST completará la búsqueda de panetas con órbitas más grandes”.
Para encontrar nuevos planetas, WFIRST usará microlentes gravitacionales, una técnica que se basa en la gravedad de las estrellas y planetas, que se curvan y magnifican la luz que viene de las estrellas y que pasan detrás de ellas desde el punto de vista del telescopio.
El efecto de los microlentes, el cual está conectado a la Teoría de la Relatividad de Einstein, permite a los telescopios el encontrar planetas que orbitan estrellas que están a miles de años luz de la Tierra, mucho más allá que lo que puede encontrarse con otras técnicas de búsqueda planetaria. Sin embargo, los microlentes trabajan solamente cuando la gravedad del planeta o de la estrella curva la luz desde otra estrella, en donde el efecto sobre un planeta es visible por un par de horas cada par de millones de años. WFIRST trabajará mucho tiempo sin descanso, monitoreando unas 100 millones de estrellas que se encuentran en el centro de la galaxia.
El estudio de Penny ha predicho que de cerca de unos 100 planetas aún no descubiertos, podrían estos tener la misma o menor masa que la Tierra. Y el nuevo telescopio podría ser capaz de mapear la Vía Láctea y otras galaxias 100 veces más rápido que lo que pudo hacerse con el Hubble, el cual se lanzó en 1990.
La primera misión WFIRST tiene un presupuesto de unos 3.2 mil millones de dólares y con ello, se espera que pueda escanear un pequeño pedazo del universo, un par de 2 grados cuadrados, a una resolución mayor que cualquier otra misión similar en el pasado.