La sonda Curiosity, el amable inquilino terrestre de la NASA en Marte, halló moléculas orgánicas en la inhóspita superficie del planeta vecino en el Sistema Solar. El hallazgo ha provocado emoción en la comunidad científica porque impulsa nuevos bríos a la búsqueda de vida, además de ser evidencia de que el cuerpo celeste pudo ser habitable alguna vez.
De acuerdo con los datos transmitidos por Curiosity, las moléculas indican que hace unos 3,500 millones de años el planeta pudo haber albergado vida e incluso haber sido habitable, aunque hay ciertas reservas sobre el hallazgo. «Este es un descubrimiento muy emocionante, pero no podemos confirmar aún el origen de estas moléculas. Podría ser una prueba de vida anterior, pero también podrían pertenecer a un meteorito u otras fuentes», dijo Paul Mahaffy, director de la división de Exploración del Sistema Solar de la NASA.
Aunque por otro lado, tampoco descartan que estos hallazgos sean el impulso que la misión necesitaba. «Con estos nuevos descubrimientos, Marte nos está diciendo que sigamos buscando huellas de vida», señaló en un comunicado de la NASA Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Misiones Científicas. «Confío en que esta y las misiones planificadas harán aún más descubrimientos en el planeta rojo que nos dejarán sin aliento», añadió.
Las moléculas fueron halladas durante el tránsito de Curiosity por el Crater Gale, con sus 154 kilómetros de diámetro y una antiguedad aproximada de entre 3.500 a 3.800 millones de años, se ha convertido en un punto clave para la exploración del planeta rojo. Los nuevos datos recopilados por la sonda revelan que hace miles de millones de años, un lago de agua dentro del cráter Gale contenía todos los ingredientes necesarios para la vida, incluidos los componentes químicos y las fuentes de energía.
En el año 2012, el vehículo de exploración ‘Curiosity’ aterrizó en su interior y, a partir de allí, empezó a proporcionar muchos de los datos más reveladores que poseemos sobre Marte.