El problema de la fuerza de la gravedad no está resuelto, a pesar de los múltiples avances de la ciencia en este campo. La gravitación sigue siendo un problema difícil y además, es incompatible con el modelo estándar, el cual ha tenido muchos éxitos de predicción en lo que se refiere a lo que ocurre al nivel partículas atómicas y subatómicas.
La física reconoce cuatro fuerzas básicas: la nuclear fuerte y débil, la electromagnética y la gravitacional. Curiosamente, fuera de la gravedad, las otras tres fuerzas básicas tienen a partículas como elementos fundamentales de las mismas y entonces más de uno se ha preguntado: ¿no debería ser la gravedad una fuerza generada por partículas también? Y surgen más preguntas: ¿Podrán estas partículas crear ondas gravitacionales? ¿Seguirá vigente el modelo onda/partícula para los supuestos gravitones?
Hoy sabemos que se han hallado las ondas gravitacionales, las cuales son casi imperceptibles y que incluso Einstein penaba que no podrían ser detectadas. No obstante esto, hace un par de años unos físicos en los estados Unidos pudieron detectar sin duda lo que conocemos como ondas gravitacionales y por ende, si es así, estas ondas podrían usarse para mandar información como hacemos por ejemplo, en el caso de las ondas electromagnéticas.
En términos teóricos de las matemáticas, esta posibilidad se ha confirmado por los matemáticos de una Universidad de Rusia, la llamada “RUDN University”. Esta teoría se basa en cómo las ondas gravitacionales se describen como abstracciones matemáticas. Y sin duda el tratamiento teórico de las matemáticas es muy pesado, pero en términos coloquiales, lo que nos dice este asunto es que es posible codificar información en estas ondas como lo hacemos con las ondas electromagnéticas como por ejemplo, las ondas de radio.
Pero para poder usar las ondas gravitacionales para transmitir información necesitaríamos primero saber cómo generarlas. Si esto fuese posible, es probable que tuviesen implicaciones prácticas en el campo de la exploración espacial porque por ejemplo, hoy día tenemos que lidiar con el límite de la velocidad de la luz y eso hace que la interacción en las comunicaciones con las sondas que van a diversos planetas, sea un problema complicado, ya que una decisión sobre un cambio de rumbo, o de correcciones, puede llevar horas desde que se manda la orden vía radio hasta la sonda que entonces, ejecutaría los comandos enviados.
Si se usasen ondas gravitacionales, en contraste, como estas viajan a una velocidad constante (la de la luz) y no son afectadas significativamente por las masas gigantescas, como ocurre con las ondas electromagnéticas, las comunicaciones podrían ser más fluidas. Así pues, al menos en términos teóricos la especulación tiene bases, pero el problema no resuelto es ver cómo usarlas.