Estar en el espacio por largas temporadas implica un desgaste diferente en el cuerpo y por ejemplo, se sabe de problemas visuales de los partícipes en las misiones de la Estación Espacial Internacional. Es claro que el cuerpo humano evolucionó bajo el campo de gravedad y cuando éste desaparece, entonces la problemática puede empezar si el astronauta está por demasiado tiempo en el espacio.
Los astronautas que pasan muchos meses en la Estación Espacial Internacional (ISS) parecen tener una reducción significativa en el tamaño y densidad de los músculos de la espina después de regresar a la Tierra, de acuerdo con un estudio. Algunos cambios en la composición de los músculos pueden seguir presente hasta por cuatro años después de estancias de larga duración en la ISS, dijeron los investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Todas estas experiencias, sin embargo, parecen necesarias a partir de la idea de llevar astronautas a Marte. Los resultados podrían servir para mostrar qué hacer para contrarrestar esta situación física.
El estudio, publicado por Spine, analizó las tomografías de la parte lumbar baja a 17 astronautas y cosmonautas, todos con estancia en la ISS en algún momento. Los datos obtenidos antes y después de las misiones, fueron analizados para determinar los cambios en el tamaño y composición de los músculos paraespinales. El tiempo promedio de estancia fue de seis meses. Los músculos paraespinales juegan un rol clave en el movimiento espinal y la postura.
Ya otros estudios habían hallado que la masa muscular paraespinal se reducía al pasar mucho tiempo en el espacio, sugiriendo que podría ocurrir una atrofia, la que no ocurre cuando hay gravedad. Para ciertos músculos en particular, la reducción de la masa muscular fue de 4.6 a 8.8%. Pero al año, a esos astronautas ya en Tierra, la masa muscular había llegado a sus valores normales. Otros músculos, sin embargo, tardaron hasta 4 años en llegar a los valores normales.
Desde luego que la muestra es pequeña (17 personas), y además, algunos astronautas tenían un régimen de ejercicios en el espacio que otros no siguieron, por lo que los datos no necesariamente se cumplen para todos los astronautas. Y todo esto se sabe porque muchos astronautas se quejaron de dolores lumbares muy poco después de haber regresado a la Tierra y aparecían de hecho como posibles candidatos para una hernia de disco.
En cualquier caso, aquellos involucrados con mandar personas a Marte deben saber que más allá de los mil y un riesgos de mandar una misión tripulada al planeta rojo, hay que ver si los propios astronautas no desmejorarán su salud en poco tiempo.