No está aún muy claro si el ser humano es el causante del cambio climático, o bien, si estamos enfrentando un fenómeno natural. Lo que parece evidente es que la temperatura de la Tierra tiende a aumentar y un incremento de un par de grados puede causar dificultades enormes a los habitantes de este planeta.
Mientras sigue estudiándose el cambio climático, ya algunos efectos empiezan a observarse. Por ejemplo, Karla Cripps reporta en CNN que la combinación de la sobrepesca, el calentamiento del agua, poco oxígeno y la contaminación, han creado las condiciones perfectas para que se multipliquen las medusas. “Las medusas parecer estar floreciendo mientras que todos los demás seres vivos están padeciendo”, dice la investigadora especializada en el tema, la australiana Lisa Ann Gershwin.
En el año 2000 se observó un contingente de medusas tomate en Australia que era enorme, cuya longitud era de unos 1609 kilómetros de norte a sur. Era visible incluso desde el espacio. Y aunque este fenómeno no es frecuente, sobre todo en lo que se refiere a tamaños, Gershwin ha trabajado recolectando datos de las últimas dos décadas sobre las medusas y ha hallado que su población se ha incrementado. Las razones parecen ser la sobreexplotación de la pesca, la lluvia ácida, la contaminación de los nutrientes por parte de los fertilizantes y el cambio climático, por mencionar los elementos más importantes.
El verano pasado, la parte sur de Europa experimentó la peor infestación de medusas nunca antes producida. Los expertos han reportado consistentemente el incremento de medusas en el Mar Mediterráneo por años. Más de 2000 especies de medusas nadan en las aguas de los océanos, la mayoría son inofensivas pero hay un par de ellas que son mortales. Algunas pueden causar incluso la muerte, como la chironex fleckeri, en Australia, que es la medusa “más letal del planeta”. Su veneno puede matar a un ser humano en tres minutos.
Y solamente para darnos una idea de sus efectos, al contacto con esa medusa no se siente nada, pero de pronto el dolor es terrible, nada que pueda imaginarse. Se lucha por respirar, no se puede dejar de vomitar y la presión arterial sube sin control. Y estas medusas se han visto en muchos lugares del mundo: Hawai, el Caribe, Florida, Gales, Nueva Caledonia, Tailandia, Malasia, Filipinas, India … y también en Australia.
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