Stephen Hawking era un icono de la ciencia. Además de opinar sobre el peligro de la Inteligencia Artificial, Hawking apareció en infinidad de programas, por ejemplo, The Big Bang Theory o incluso los Simpson. Fue un personaje en todos sentidos. Académicamente obtuvo todos los reconocimientos que un físico puede llegar a obtener (sin contar el Premio Nobel), y le dieron más de 15 doctorados honoris causa.
Hawking trabajó unos 20 años de su vida en una teoría, la cual dice que en cierto lugar de, espacio debe haber otros planetas similares a la Tierra donde aún caminan dinosaurios y en donde cazan los neandertales. Hawking mandó una revisión de su escrito al respecto 10 días antes de morir. También habla el científico de cuerpos celestes que son completamente diferentes al nuestro, soles sin galaxias, por ejemplo, pero que se rigen por las mismas leyes de la física que conocemos. Este tipo de postulados son parte de la teoría del cosmos que Hawking propuso, la cual se publicó en la revista especializada High Energy Physics.
Como dijimos ya, Hawking mandó una revisión de su artículo 10 días antes de morir, y ofrece una imagen más simple de lo que probablemente sucedió hace unos 13,800 millones de años, cuando empezó todo, es decir, el universo mismo. El trabajo del físico británico es el resultado de una larga colaboración de más de dos décadas entre Hawking y Thomas Hertog, un físico de Bélgica, de la Universidad Católica de Lovaina. Básicamente la teoría indica que la realidad podría estar compuesta por múltiples universos pero cada uno de ellos no sería tan diferente al nuestro.
Si esto es cierto, algunos de los problemas planteados antes por el propio Hawking podrían tener solución y además, podrían estar los físicos planteando un camino a seguir por parte de los astrónomos para encontrar alguna evidencia de universos paralelos.
Cabe decir que en la década de 1090, Hawking junto con James Hartle, de los Estados Unidos, desarrollaron una nueva concepción sobre el origen del Universo. Los postulados a los que llegaron resolvieron un problema que se arrastraba desde las teorías de Albert Einstein, en donde se sugería que el Universo podría tener unos 14 mil millones de años, pero no se explicaba nada sobre cómo es que se originó.
La teoría más aceptaba es que hace 14 mil millones de años, tras la gran explosión, el Big Bang, el Universo nació y comenzó a expandirse. Pero Hartle y Hawking dijeron que podrían haberse generado en ese mismo momento de la gran explosión, otros universos, un infinito número de ellos. Se esperaría que todos esos universos fuesen muy parecidos al nuestro y que las leyes de la física que los rigen funcionaran igualmente para ellos, sino igual, de manera muy parecida. En términos matemáticos, la teoría presentada es teóricamente posible.
Esta idea, sin embargo, tiene sus propios problemas. Porque si hay un infinito número de universos, con variaciones infinitas en sus leyes, entonces ¿cómo predecir en cuál de ellos nos encontramos? «Ni Stephen ni yo estábamos contentos con ese escenario», dice Thomas Hertog, quien trató de encontrar una solución a este problema durante 20 años en compañía de Hawking. «Se sugiere que los universos múltiples surgieron al azar y que no podemos explicar mucho más sobre eso. Nos dijimos entre nosotros: ‘Quizás tengamos que vivir con eso’. Pero no queríamos darnos por vencidos».
Y esta es precisamente la última teoría en la que trabajó Hawking. Para ello, decidieron usar la teoría de cuerdas, la cual no está demostrada por ningún experimento y parece ser un modelo teórico muy interesante pero hasta ahora indemostrable. En esta revisión de la teoría planteada, se sugiere que solamente puede haber universos que tengan las mismas leyes físicas que los nuestros. Esto podría suponer que es posible detectar estos universos paralelos. «Las leyes de la física que probamos en nuestros laboratorios no existieron siempre, surgieron después del Big Bang, cuando el universo se expandió y se enfrió», explica Hertog.
Y es que el problema a resolver es en el fondo ¿por qué las leyes físicas son como son? ¿Son las mejores leyes posibles? ¿Por qué no parecen tener inconsistencias? Podría haber otros universos con otras leyes físicas? «Pretendemos obtener una comprensión más profunda de dónde provienen nuestras teorías físicas, cómo surgen y si son únicas», dice Hertog.
Otro problema es ¿cómo podríamos detectar la existencia de otros universos paralelos. De acuerdo a Hertog, podría detectarse la presencia de otros universos estudiando la radiación de microondas que supuestamente quedó después del Big Bang. Sin embargo, todo parece muy especulativo por el momento.