La NASA ha mandado una nave, Cassini, que desde hace años está viajando a los grandes planetas del sistema solar. La sonda ahora se está preparando para su vuelo final sobre la luna congelada Enceladus. El paso de la nave ocurrirá en estos días de diciembre y estará a una distancia de unos 4,999 kms de la superficie de la luna mencionada. Este viaje de Cassini sobre Enceladus será una parte de la gran despedida de las lunas de Saturno, antes de que llegue “el gran final”, a finales del 2016.
Para este gran final, veremos a la sonda ejecutar una serie de maniobras atrevidas, incluyendo entrar y salir del anillo más interior de Saturno para acercarse a la superficie del planeta y obtener información del gigantesco gaseoso, incluyendo la masa de los anillos y los efectos magnéticos y gravitacionales que probablemente encontrará.
Comparado con las últimas 21 visitas a Enceladus, en donde la más cercana estuvo a unos 25 kms. de la superficie, el siguiente paso será sin duda “remoto” en comparación. El aspecto de este viaje es mover intencionalmente a Cassini para así maximizar las capacidades de la sonda en su instrumento de espectrometría llamado CIRS – Composite Infrared Spectrometer.
En este último paso por Enceladus, CIRS tomará medidas detalladas del flujo de calor que pasa a través de la luna mencionada, particularmente en su región polar sur, el cual emana del interior de esta luna. “Esto nos permitirá hacer un mapa de una buena porción de la intrigante región del polo sur de Enceladus con una muy buena resolución”, aclara Mike Flasar, líder del equipo del CIRS en el Centro Espacial Goddard de la NASA. Los datos de calor podrían darnos una visión fascinante de los mecanismos geológicos que tienen lugar más allá de la coraza de hielo que envuelve a Enceladus.
Posiblemente el año que viene estaremos dando cuenta de algunas de las sorpresas que se hallarán seguramente en Enceladus. La astronomía, hoy por hoy, es una ciencia asombrosa. Todos los días nos llegan novedades inesperadas.
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