La Agencia Espacial Norteamericana ha lanzado un nuevo satélite de comunicaciones de tercera generación. Se trata del TDRS-L, lo cual parece significar Tracking and Data Relay Satellite, el cual parece ser un programa importante para el gobierno de los Estados Unidos. Charles Bolden, director de la Agencia, dijo “Estos satélites proporcionan un servicio vital para los programas espaciales estadounidenses, al dar apoyo a nuestras misiones, desde las de observación de la Tierra a las que trabajan en descubrimientos del espacio en profundidad”.
Desde 1983 la NASA ha lanzado una serie de satélites, de los cuales ocho continúan funcionando. Dos fueron retirados y uno más se perdió en el accidente del transbordador (1986), de acuerdo a los datos de la propia NASA. Un satélite como el lanzado cuesta unos 350 millones de dólares y entrará en órbita cuando empiece la primavera en el hemisferio norte. Jeffrey Gramling, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA explicó que “este lanzamiento asegura la continuidad de los servicios para las múltiples misiones que se basan en este sistema”.
Entre los proyectos que se apoyan con el lanzamiento de este nuevo satélite están el telescopio espacial Hubble y desde luego, la estación Espacial Internacional. Este será un satélite geoestacionario, es decir, estará en una órbita fija, a unos 35887 kilómetros de altura. Se espera que la NASA lance un satélite más el siguiente año. Ya de hecho hay un acuerdo con Boeing desde el 2007 para la construcción de todos estos nuevos satélites.
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