El escenario de que un asteroide se acerque a la Tierra demasiado e incluso, llegue a chocar con nuestro planeta, ha causado un buen número de películas al respecto, además de los siempre terroríficos finales para nosotros. No se olvide que los dinosaurios -dicen- desaparecieron debido a un asteroide que habría caído cerca de Yucatán. Y aunque hay una teoría al respecto, no está claro si las explicaciones dadas son simplemente una argumentación educada de lo que pudo haber pasado.
Por ello, la Agencia Espacial de los Estados Unidos, la NASA, ha decidido tratar de entender mejor esta cuestión y ya está en la fase preliminar para el diseño de una prueba que han llamado DART (dardo), pero que es el acrónimo de “Double Asteroid Redirection Test”, lo cual representa el primer intento de lo que se ha denominado “KIT – Kinetic Impactor Technique, para desviar a un asteroide.
Para ponerlo en términos más simples, la NASA espera que, haciendo chocar una nave espacial del tamaño de un refrigerador en una roca, un asteroide, a una velocidad que pudiese ser nueve veces mayor que la de una bala, pueda hacer que el asteroide cambie el rumbo y así se salve la Tierra de un potencial impacto mortífero.
El plan es pues lanzar el primer satélite DART a un asteroide binario llamado Didymos (“gemelos”); estos asteroides pasarán cerca de la Tierra en el 2022 y 2024 (aunque ninguno posee ninguna amenaza real contra nuestro planeta, de acuerdo a la propia NASA).
Se espera que golpeando uno de los dos asteroides, los científicos podrán medir el impacto de la colisión. “Como no sabemos mucho de la composición y estructura interna, necesitamos realizar estas pruebas en un asteroide real”, dijo Andy Cheng, del Laboratorio de Física Aplicada John Hopkins, en Laurel, Maryland. De acuerdo a la NASA, la razón de esta investigación es que se han encontrado unos 93 potenciales asteroides que pasarían eventualmente cerca de la Tierra y que si chocaran podrían causar “efectos globales” que nadie quiere realmente experimentar.
En este tema de asteroides peligrosos que pudiesen chocar en la Tierra siempre se desatan polémicas. Mientras algunos piensan que aunque sean relativamente grandes, la atmósfera quemaría parte del asteroide y sus efectos podrían ser mínimos. Otros científicos indican que no se necesita un asteroide demasiado grande para causar un problema de grandes proporciones en nuestro planeta. Y mientras e ponen de acuerdo, la NASA ya tiene al menos un plan realizable para empezar a medir las posibilidades a favor de una estrategia para desviar algún cuerpo celeste que pudiese acercarse peligrosamente a nuestro planeta.
Referencias: Fortune