Un paquete del tamaño de una camioneta lleno de baterías viejas quedó a la deriva en el espacio luego de que la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) se deshiciera de él hace unos días, según informó la NASA en una publicación de blog.
Según el comunicado de la NASA, los controladores de la misión en Houston ordenaron al brazo robótico Canadarm2 que liberara la paleta externa cargada con baterías viejas de níquel-hidrógeno en órbita terrestre el pasado jueves 11 de marzo.
Ese día, el astronauta estadounidense Mike Hopkins publicó en Twitter, desde la ISS, fotografías de la paleta alejándose del brazo robótico que la sostenía. En el tuit, Hopkins indica que la paleta se quemará y se desintegrará en la atmósfera.
La paleta es, sin embargo, el contenedor más grande de basura que la ISS ha tirado en su historia, según un reporte del sitio especializado SpaceFlightNow. Con un peso de 2.9 toneladas, se espera que la paleta quede en órbita a la deriva entre dos y cuatro años, antes de que entre de regreso en la atmósfera terrestre y se queme, sin peligro para nadie.
Este contenedor fue dejado en la estación espacial por la novena y última nave de suministro HTV de Japón, que entregó el portabaterías con seis baterías de iones de litio. Las baterías fueron conectadas a la estructura de energía solar de la ISS el año pasado.
El contenedor no cuenta con propulsión propia, por eso tardará tanto en entrar a la atmósfera de nuevo. El control de la misión de la ISS aseguró que el contenedor no representa ningún riesgo para la estación por su trayectoria y, además, el paquete se “quemará de manera inofensiva” en la atmósfera, según indicó a SpaceFlightNow Leah Cheshier, vocera de la NASA.
Es una práctica común que la ISS se deshaga de contenedores de basura y no suele representar un riesgo en ningún caso, primero porque había muy pocos satélites volando a una órbita menor que la estación espacial —que está a unos 420 kilómetros de distancia de la Tierra— y porque los objetos se queman y se desintegran al reentrar en la atmósfera terrestre.
Sin embargo, según una publicación de Gizmodo, hay expertos que piensan que este puede no ser el caso con las 2.9 toneladas que pesan las baterías. Primero, porque se han lanzado muchos satélites —por ejemplo, los de Starlink, la empresa de Elon Musk que planea ofrecer Internet vía satelital—, durante la elevación de la órbita, así que eso podría representar un problema.
Asimismo, los contenedores de basura suelen ser mucho más chicos, lo que provoca que la desintegración en su reentrada a la atmósfera sea total, pero tratándose de una paleta tan grande, podría haber trozos que no se desintegren. En cualquier caso, estas preocupaciones no están confirmadas y la NASA asegura que el hecho no representa ningún riesgo para nadie.