Quizás hemos sabido de personas que no son médicos pero que dicen tener un don para que, analizando la retina de una persona, pueda decirle si ésta se encuentra enferma de algún padecimiento en particular. Esto muchas veces cae en la charlatanería y el consejo fundamental es siempre acudir a un médico y no jugarse la vida con charlatanes o personas que lucran con la esperanza de personas enfermas que no encuentran ya como mejorar.
Sin embargo, ahora Google y su Inteligencia Artificial (IA) está siendo aplicada a predecir -observando imágenes de la retina de la persona- si ésta sufrirá un ataque al corazón. Google presentó sus hallazgos en una publicación en línea llamada Nature Biomedical Engineering, en donde indica que su método es tan preciso (para predecir una enfermedad cardiaca), como los procedimientos invasivos que usa la medicina actualmente, como el meter una aguja en el brazo de un paciente. Google sin embargo, aclara que se requiere de más investigación para validar sus resultados.
De acuerdo al gigante de las búsquedas, la investigación médica había mostrado previamente alguna correlación entre las venas de la retina y el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular. Usando una imagen retinal, Google dice ser capaz de cuantificar esta asociación y predecir con precisión al menos en un 70% de las veces, indicando la posibilidad del riesgo cardiaco hasta en los siguientes cinco años. Anteriormente estos resultados se lograban con métodos que requerían sacar sangre y medir el colesterol del paciente.
Google aclara que usó un modelo basado en 284,335 pacientes y validó esto con dos grupos independientes de datos, de 12,026 y 999 pacientes. «La advertencia es que aún es demasiado pronto para llegar a conclusiones, pues se entrenó el sistema con un conjunto pequeño de datos», dice Lily Peng, médico e investigadora principal del proyecto. «pensamos que la precisión en la predicción se irá hacia arriba un poco más cuando se tengan más datos. El haber descubierto la validez de esta correlación es apenas un primer paso. Necesitamos validar nuestros dichos», indica.
Peng dice que Google incluso estaba sorprendido por los resultados. Su equipo había estado trabajando sobre el predecir imágenes del ojo a través de observar la retina, pero se expandió la idea como un ejercicio preguntándole al modelo para que pudiese predecir si la persona era, por ejemplo, fumadora o cuál era su presión en la sangre. Llegar a hallar los factores para predecir la posibilidad de que una persona tenga la posibilidad de tener un episodio cardiaco estaba en realidad fuera de la investigación original.
La técnica del programa es generar un «mapa de calor», o una representación gráfica de los datos que es revelada cuando los pixeles en la imagen son de un color determinado, lo que es útil para predecir un factor de riesgo. Por ejemplo, el algoritmo de Google presta más atención a las venas que a la presión arterial.
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para validar los resultados? Peng piensa que «algunos años», y enfatiza: «No es en realidad cuándo es que será usado esto, sino cómo es que será usado», indica la investigadora. Sin embargo, la doctora piensa que la IA podrá ser aplicada a otras áreas del descubrimiento científico, como por ejemplo, la investigación del cáncer.
El artículo puede verse aquí (Ryan Poplin et al. Prediction of cardiovascular risk factors from retinal fundus photographs via deep learning, Nature Biomedical Engineering (2018)).