¿Cuando fue la última vez que leíste una enciclopedia para obtener un dato? Actualmente muchas personas no saben como era la vida en la era pre-Google. Pero, ¿habrá algún tipo de consecuencias en nuestro cerebro tener casi todas las respuestas a la mano?
Hoy en día se le pone fin a casi cualquier duda con una simple búsqueda en Google, y se esta considerando que probablemente estemos perdiendo capacidades cognitivas como la memoria, algo que están nombrando como El efecto Google, el cual es la tendencia a olvidar información que se puede encontrar de forma fácil en el buscador.
Así en lugar de perder unos segundos en recordar, se acude al buscador a encontrar aquello que olvidamos. Algo similar a lo que ocurrió con las calculadoras, millones de personas se acostumbraron a sumar, dividir, y multiplicar con una calculadora y al no realizar operaciones de forma mental el esfuerzo era cada vez mayor.
Sin embargo, diversos estudios sugieren que googlear constante no significa necesariamente que estamos perdiendo nuestras capacidades, especialmente la memoria, sino más bien que el motor de búsqueda está cambiando y remodelando la forma en que recordamos cosas.
Por ejemplo, la gente ahora han mejorado al recordar donde pueden encontrar cierto tipo de información, a diferencia de los datos en sí. Así que cuando alguien le hace una pregunta acerca de un evento histórico específico, tal vez no recordaremos la fecha exacta, pero aprendemos y recordamos cuales son las mejores palabras para buscarlo.
Por otra parte, un estudio de la Universidad de California UCLA, donde se trató de valorar está adaptación cerebral en los usuarios de Internet, se encontró que el 80% obtuvo un aumento de otras actividades cognitivas como el razonamiento complejo y las habilidades de toma de decisiones más avanzadas.
Las capacidades de cognición se definen como las facultades de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido y características subjetivas que permiten valorar la información, como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria o la resolución de problemas.
Es algo similar a lo que sucede a los que tienen cierta tendencia a ser adictos a los videojuegos, donde se ha demostrado independientemente del problema obsesivo también está asociado con la hiperconectividad de varias partes de la red cerebral.
De esta manera y no hace falta un estudio para considerarlo es que este efecto Google nos han modificado la memoria. Si bien con varios aspectos positivos, también dotándonos de una memoria transactiva donde tenemos la capacidad de dividir y compartir la labor de recordar con Internet, sin duda una gran ventaja, el problema es que a veces le destinamos a él todo el peso mnemotécnico, siendo memoria una colectiva de la que todos estamos dependiendo cada vez más.
Referencia: Science, Addiction Biology, UCLA