Los investigadores de la Case Western Reserve University han descubierto que el gen llamado HEXIM1 y conocido por ser un supresor en el cáncer de mama al inhibir la propagación de tumores, también es capaz de aumentar el número y la densidad de los vasos sanguíneos en el corazón, algo que podría dotarnos de un corazón de atleta sin la necesidad de hacer ejercicio.
Solo apenas el año pasado los investigadores confirmaron los efectos supresores de este gen en modelos de ratón. Ahora un año más tarde con la re-expresión del gen HEXIM1 en el corazón de ratones adultos encontraron que este órgano se hizo más pesado y grande sin la necesidad de hacer ejercicio, además de que la frecuencia cardíaca en reposo de los animales disminuyo, lo que indica una mayor eficiencia bombeando más sangre por latido.
El equipo también descubrió que estos ratones no entrenados corrieron dos veces más que los que no tenían ninguna modificación genética. “Nuestro descubrimiento es prometedor, ya que revela el potencial de HEXIM1 al matar dos pájaros de un tiro, al eludir las enfermedades del corazón y cáncer, unas de las principales causas de muerte en el mundo”, dijo la Dra. Monica Montano responsable de la investigación.
La hipertensión y la posterior insuficiencia cardíaca se caracterizan por una falta de coincidencia entre la necesidad de oxígeno y nutrientes con la incapacidad de los vasos sanguíneos de entregarlos. Este déficit da lugar a un agrandamiento del corazón que, a su vez, en última instancia, a menudo se debilita y se detiene. Los investigadores demostraron que el aumento de crecimiento de vasos sanguíneos a través de la mejora artificial de los niveles de HEXIM1 mejoró la función general, lo que podría significar una posible diana terapéutica para la enfermedad cardíaca y perfeccionamiento del sistema cardiovascular.
“Nuestro equipo de investigación en colaboración con sede en Cleveland revelaron que el aumento de los niveles de HEXIM1 trajo a corazones de funcionamiento normal hasta un nivel deportivo, algo que tal vez podría no solo hacer frente a diversas enfermedades cardiovasculares si no también incluso mejorar su función”, agrego.
Sin duda un hallazgo importante en el campo de la salud que podría traer grandes beneficios futuros contra el cáncer y la enfermedades cardiovasculares así como para personas sanas con el acondicionamiento de su sistema cardíaco a un nivel de atleta.
Referencia: Oxford Journals