La inauguración del Mundial de Fútbol de Brasil en junio puede ser uno de los mayores hitos científicos de 2014. El día del inicio, un joven con parálisis podría levantarse de su silla, caminar hasta el balón y dar la patada inaugural del campeonato gracias a un nuevo tipo de exoesqueleto controlado con por la mente que están desarrollando cerca de un centenar de científicos de EEUU, Europa y América Latina.
El proyecto es llamado Walk Again (andar otra vez) y cuenta con 170 investigadores de varios países, los cuales ya lograron que un macaco controlase con su cerebro los movimientos de un robot. Ahora el equipo va a entrenar a un joven para que aprenda a usar el exoesqueleto y se pueda cumplir el objetivo marcado para la inauguración. Lo más importante, claro, vendrá después, con la llegada paulatina de estas tecnologías a las personas que tienen parte de sus miembros paralizados por accidentes o enfermedades.
El dispositivo usa un sistema de electrodos conectados a la cabeza que recolectan las ondas cerebrales del usuario y generan señales que traducen en movimiento del exoesqueleto.
Según el ingeniero robótico Gordon Cheng, de la Universidad Técnica de Munich, el sistema “permitirá replicar la sensación de tocar el suelo y patear el balón, aunque el reto a futuro está en desarrollar una forma de llevar esos estímulos de vuelta al cerebro”.
“Esta investigación es única en el mundo, va a restaurar el movimiento de personas que han sufrido lesiones cerebrales o enfermedades neuromotoras”, dijo el neurocientífico brasileño Miguel Nicolelis que dirige el proyecto.
“Nuestra ambición es que las sillas de ruedas se conviertan en piezas de museo. No podemos ignorar el hecho de que siempre hay imponderables en la ciencia, pero nuestra investigación está muy avanzada y estamos seguros de que pronto seremos capaces de recuperar el movimiento de las personas con problemas neuromotores“.
El aparato motorizado se estabilizara mediante giroscopios y será alimentado por una batería transportada por el pateador en una mochila. Los sensores de fabricación alemana retransmitirán una sensación de presión cuando cada pie toque el suelo. Y el entrenamiento en un simulador de realidad virtual preparara al adolescente seleccionado entre un grupo de 10 candidatos para que el dispositivo traduzca los pensamientos en acciones.
Nicolelis es un pionero en el campo. En la década de 1990, ayudó a construir el primer brazo con control mental donde un grupo de ratas aprendieron que podían manipular el dispositivo para conseguir un poco de agua con sólo pensar en ello.
En el año 2000 interfaces cerebro-máquina similares informaron que un mono búho conectado a Internet había controlado un brazo situado a 600 kilómetros de distancia. Ocho años más tarde, el equipo describió que un mono rhesus que fue capaz de dictar el ritmo de un robot para correr en una cinta de correr a medio mundo de distancia, en Japón.
Actualmente en el laboratorio de Nicolelis, los monos pueden sentir objetos virtuales que aparecen en la pantalla de la computadora cuando se estimulan las zonas del cerebro relacionadas con el sentido del tacto. Los planos del exoesqueleto del próximo verano incluyen sensores que proporcionan una piel artificial para su portador humano.
“Después de décadas de pruebas en ratas y monos, la neuroprótesis finalmente están empezando a ser promesa para la gente”, agrego.
Referencia: World Cup Portal