Investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado una interfaz que permitió a un primate controlar una silla de ruedas únicamente con el impulso de sus propios pensamientos.
Anteriormente ya les hemos informado sobre interfaces cerebro-computadora donde tanto humanos como primates controlan extremidades artificiales, pero con este nuevo estudio es posible tomar el registro de implantes corticales y usarlos para facilitar el movimiento del cuerpo.
El dispositivo utiliza señales de cientos de neuronas registradas en dos regiones del cerebro de los monos. Cuando los animales piensan en moverse hacia su objetivo la computadora traduce su actividad cerebral en tiempo real para hacer funcionar la silla de ruedas.
«Algunas personas con discapacidad grave son incapaces incluso de pestañea. El uso de una silla de ruedas controlada con técnicas no invasivas como un electroencefalograma (EEG) puede no ser suficiente. Con implantes cerebrales tendrán mejor control de la silla de ruedas», dijo Miguel Nicolelis, responsble de la investigación.
Los científicos iniciaron los experimentos en 2012, implantando cientos de microfilamentos del grosor de un cabello en las regiones premotora y somatosensorial del cerebro de dos macacos rhesus. Después entrenaron a los animales para mover la silla, registraron la actividad de su cerebro y la tradujeron en comandos para accionar la silla robótica.
«Cuando los monos aprendieron a controlar la silla robótica con el pensamiento, aumentó su destreza en la navegación, fue una sorpresa la enorme flexibilidad de su cerebro para incorporar las relaciones espaciales de la silla de ruedas con su entorno para poder moverla».
En el experimento, se registró la actividad de 300 neuronas en cada uno de los monos. Ahora, los autores del estudio quieren ampliar el número de neuronas a 2000 con la misma técnica, aumentando la capacidad de su programa informático, antes de poder plantearse un primer ensayo clínico de esta asombrosa tecnología en humanos.