Investigadores de la Escuela de Medicina Johns Hopkins han desarrollado unas gafas que, por medio de los movimientos oculares, son capaces de diferenciar un mareo causado ya sea por un derrame cerebral o por algo benigno como una alteración del oído interno. Algo con lo que podrían prevenir innumerables cuadros mal diagnosticados además de ahorrar millones de dólares en estudios innecesarios.
El dispositivo de detección utiliza un conjunto de gafas que incorporan una cámara web y un acelerómetro en el marco, conectado a un software que ejecuta una computadora portátil que puede interpretar datos relativos a tres tipos de movimientos oculares pertinentes.
Para la investigación se analizaron a 12 pacientes que acudieron a los servicios de urgencias en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore y la Universidad de Illinois Facultad de Medicina en Peoria. Los sujetos, 10 hombres y dos mujeres, con una edad promedio de 62 años tenían síntomas de un cuadro clínico de alto riesgo para una accidente cerebrovascular como mareos persistentes, nistagmo, náuseas, vómitos, intolerancia al movimiento de la cabeza y problemas para caminar.
Concluyendo que seis de los pacientes habían sufrido un derrame cerebral y seis no. La resonancia magnética posteriormente confirmó lo que las gafas diagnosticaron con 100% de efectividad.
Un accidente cerebro vascular sucede cuando el flujo de sangre y oxigeno a una parte del cerebro se detiene, ocasionando que puedan morir las células cerebrales y ocasionar un daño permanente. Hay dos tipos principales de accidente cerebrovascular: isquémico y hemorrágico. El isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado y el hemorrágico cuando un vaso sanguíneo se debilita y se rompe, lo que provoca que la sangre se escape hacia el cerebro.
“El uso de este dispositivo puede predecir directamente si se ha sufrido un derrame cerebral o no. Pero hará falta más pruebas, que impliquen un mayor número de pacientes en los ensayos aleatorios, para saber el potencial real del dispositivo”, dijo el Dr. Davis Newman Toker, responsable de la investigación.
“Estamos gastando cientos de millones de dólares al año en costosos estudios que no son necesarios, y paralelamente perdiendo la oportunidad de salvar decenas de miles de vidas, porque no estamos diagnosticando correctamente su mareo o vértigo como síntomas de accidente cerebrovascular” agrego.
Sin duda una sala de emergencias con este tipo de dispositivos podría acarrear grandes beneficios, ya que muchas veces los diagnósticos en estas instancias suelen ser difíciles, además de ser realizados por personal que no esta bien capacitado para reconocer ciertos patrones de una accidente cerebrovascular, por lo que este tipo de tecnología podría marcar un avance significativo.
Referencia: American Stroke Association