Científicos del Instituto de Cáncer de Holanda y la Universidad de Oslo han dado un nuevo paso en la lucha contra al cáncer al demostrar que incluso si el sistema inmune de una persona no pueden reconocer y eliminar sus tumores, podría ser usado el de otro sujeto para combatirlo.
En la investigación se logro adicionar ADN mutado de células cancerosas a células del sistema inmune de donantes sanos para crear una respuesta inmune en éstas. Insertando componentes específicos de las células inmunitarias del donante sano de nuevo en las células inmunes de los pacientes con cáncer, los investigadores fueron capaces de hacer que las propias células inmunes de los pacientes con cáncer reconocieran las células cancerosas.
Hay una serie de causas posibles que pueden impedir que el sistema inmune controle las células cancerosas. En primer lugar, la actividad de las células inmunes está controlada por muchos frenos que pueden interferir en su funcionamiento, y se están probando en muchos cánceres humanos terapias que inactivan estos frenos.
Como segunda razón, en algunos pacientes el sistema inmune puede no reconocer las células cancerosas como anormales. Por lo que ayudar al sistema inmune a reconocer mejor las células cancerosas es uno de los principales objetivos de la terapia contra el cáncer.
El reconocimiento de células cancerosas lo realizan principalmente los llamados linfocitos T o células-T que pertenecen al grupo de los leucocitos conocidos como agranulocitos. Los linfocitos T son los responsables de coordinar la respuesta inmune celular constituyendo el 70% del total de los linfocitos que segregan proteínas o citocinas.
Todas las células T de nuestro cuerpo escanean la superficie de otras células, incluyendo las células cancerosas, para comprobar si muestran algún fragmento de proteína en su superficie que no debería estar allí, también conocido como neo-antígenos en su superficie. Al reconocer de tales fragmentos de proteínas extraños, las células T destruyen las células aberrantes.
En las pruebas para determinar si las células T de un paciente reaccionaban a todos los fragmentos de proteína extraños de las células cancerosas, los investigadores hiceron primero un mapa de todos los posibles neo-antígenos de la superficie de células de melanoma de tres pacientes diferentes.
En los tres, las células cancerosas parecían mostrar un gran número de neo-antígenos diferentes. Pero cuando los investigadores trataron de detectarlos con las células T derivadas de tumores del paciente, la mayoría de estos fragmentos de proteínas aberrantes de las células tumorales pasaron desapercibidos.
Sin embargo, al probar esos mismos neo-antígenos con las células T derivadas de los donantes encontraron que estas podían detectar un número significativo de neo-antígenos.
«Los resultados muestran que la respuesta inmune de pacientes con cáncer puede fortalecerse; hay más aspectos de las células cancerosas que las hacen extrañas y que podemos explotar. Una forma de hacerlo que estamos considerando es encontrar las células T de donante adecuadas para estos neo-antígenos», dijo Ton Schumacher, responsable de la investigación.
Sin duda un avance significativo en la lucha contra el cáncer, el cual en un futuro próximo podría significar que logremos desarrollar y modificar nuestro sistema inmune a demanda.
Referencia: NKI