Si hiciéramos una lista de los 10 fenómenos tecnológicos de nuestro siglo, sin duda las selfies serían uno de ellos. La «selfitis» es parte del ADN de las Redes Sociales, casi como los memes o las fake news, y resulta que en nada se consume más Internet en el mundo que justamente en las redes sociales.
Y dentro de las selfies, en promedio las mujeres se hacen más que los hombres según reportan estudios científicos recientes, aunque vale la pena subrayar que no es por mucho margen y de hecho, pasando los 40 años la tendencia se invierte y los varones son los que se hacen más de estas autofotos.
Pero dentro de la fiebre femenina por las selfies, existe una razón muy específica y tiene que ver con nuestros instintos más primitivos: La explicación por la que las mujeres se sacan más selfies y muchas veces atrevidas es para competir por una prevalencia biológica, por lo menos así lo asegura un estudio muy serio publicada por el medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences journal y que ha sido retomado por varios medios internacionalmente.
Sin embargo, el fenómeno es mucho más complejo que una simple «competencia entre mujeres». Resulta que existe una causa de fondo muy profunda. Los autores del estudio le llaman «sexualización femenina en las Redes Sociales» y está dolorosamente vinculada con la falta de equidad económica. Según los autores, las mujeres no solo se hacen selfies cada vez más provocadoras en términos sexuales, sino que buscan contextos que proyecten mayor estabilidad financiera o incluso un modo de vida opulento.
De hecho, la prevalencia de selfies se puede ver aún más en zonas con mayor depresión económica, ya que lo que buscan es resaltar y destacar de entre las demás. Khandis Blake, líder del estudio y parte de la facultad en UNSW Science School of Biological, Earth and Environmental Science y co-autor del estudio asegura que incluso buscan dinero.
Blake escribió «estará bien o estará mal, pero en el mundo el hecho de verse sexy te puede generar muchos ingresos. Económicos, personales o sociales. Hay que pensar en ellas como unas jugadoras de estrategia dentro de un juego complejo de evolución y sociedad. Solo busca sacar su potencial al máximo, al igual que los demás».
El estudio fue realizado con una muestra de más de 68,000 autorretratos o selfies «sexualizados» posteados en Twitter e Instagram y provenientes de 113 países alrededor del mundo.