La realidad ya no pertenece únicamente al plano físico. La tecnología ha avanzado mucho en la última década y el mundo cada vez está más cercano a una realidad modificada de forma definitiva por productos que puedan conjurar una capa digital sobre lo físico y así aumentar la realidad. En el momento que esos productos sean lanzados al mercado, es posible que se abra una nueva gama de posibilidades, aplicaciones y experiencias.

La realidad aumentada (RA) lleva casi una mitad de siglo en desarrollo a cargo de universidades y pequeñas compañías más que nada enfocadas en gaming. Ivan Sutherland fue un científico de Utah que en 1968 demostró el concepto de un aparato para la cabeza con espejos plateados que creaban una realidad virtual para el usuario. Décadas después, Steve Mann de la Universidad de Toronto y Steven Feiner de la Universidad de Columbia continuarían con los estudios de Sutherland.

Ahora, productos como Google Glass y Oculus Rift podrían ser el inicio de la revolución hacia los productos tecnológicos que funcionan como accesorios, pero esta tecnología aún tiene un largo camino por recorrer. Las transiciones no son algo tan sencillo y todo debe estar en su lugar para que funcionen. Feiner comentó al respecto en la reunión de la industria RA en la Augmented Reality Expo y dijo que el cambio “sería como mudarse de los audífonos grandes a los earbuds” y agregó que “cuando son pequeños y cómodos no te sientes raro, sino cool”, la misma idea aplica para los productos de realidad aumentada.

Algunas de las compañías que ya están en proceso de desarrollo de productos que aumenten la realidad son Meta con un sistema operativo y hardware para RA y Atheer con una plataforma que funcionará con iOS y Android. Par Works también está trabajando en un producto interesante aunque menos radical con relación a la transición. Se trata de un sistema de reconocimiento de imágenes que hace posible la adición de datos e imágenes digitales a objetos del mundo físico. Por ejemplo, si una persona busca una casa, puede tomar la foto de todo un edificio con su smartphone y entonces la aplicación le agrega información útil a la imagen.

La realidad aumentada todavía no llega al mercado como tal y aunque aún no hay predicciones reales de en qué momento pueda llegar a un público masivo, el analista Tomi Ahonen espera que un billón de usuarios usen RA para 2020. Con este rápido crecimiento, ya hay una controversia acerca de si la introducción de esta tecnología será buena o mala para los humanos.

Steve Mann, que es considerado el padre de la RA, piensa que esta transición será un beneficio para la sociedad y que la calidad de vida puede aumentar considerablemente con toda la información que estará disponible. Según dice, “el propósito principal es ayudar a la gente a ver mejor”, pues hay mucho más en el mundo de lo que se puede ver hasta el momento.

Por otra parte, Nicola Liberati –de la Universidad de Pisa– ha estudiado la intersección entre humanos y tecnología y durante la Augmented Reality Expo mencionó que “no deberíamos poner nuestra atención únicamente en lo que podemos hacer con esta tecnología, sino más bien en lo que nos convertiremos por usarla”.

Queda claro que hay varios puntos de vista diferentes y que una vez que la transición esté más avanzada en cuanto a proceso el tema se volverá algo muy controversial. Seguramente pronto comenzarán a surgir cuestionamientos sobre la legalidad de ciertas características y sobre los efectos de productos (que a penas son el inicio del cambio) como Google Glass.

Referencia: Augmented Reality Expo, AUGMENTEDREALITY.ORG