Por lo general, la sociedad suele relacionar a la juventud con la belleza, aunque la vejez también podría ser vista como algo plenamente bello dependiendo de la perspectiva con la que se mire.
Según los valores y la moral de la era en la que vivimos, el envejecer suele ser visto como algo negativo y, por lo que se buscan todos los métodos y formas posibles para evitarla, utilizando cremas, realizando cirugías, sometiéndose a tratamientos costosos y delicados, entre otras cuestiones. Antes las personas ancianas eran dignas de respeto por la sabiduría y experiencia acumulada, ahora simplemente son segregadas con desprecio y burla.
Nacer, crecer, reproducirse, envejecer y morir es el ciclo natural de la vida, pero ahora todo parece indicar que la ciencia y tecnología podrían encontrar métodos para revertir el envejecimiento si es visto desde otro punto de vista como a una enfermedad y no tanto como a ley de vida.
Es un hecho que el hombre, o mejor dicho: la humanidad, ha intentado buscar todo lo posible para luchar contra la mortalidad, para prevalecer y sobrevivir lo más posible. Sin embargo, el hecho de querer revertir los efectos del tiempo en nuestros cuerpos podría entrar a un debate filosófico, moral, religioso o ético, pues de alguna manera podrían surgir posturas que argumenten que el deseo de ser inmortal y el querer lograrlo, sugeriría una negación a nuestra propia existencia y a la responsabilidad que ésta conlleva.
Científicos buscan afrontar y abordad al envejecimiento como si fuera una enfermedad con el fin de que los hombres puedan tener una vida mucho más longeva en óptimas condiciones. Se trataría de un método que intente frenar el deterioro de los tejidos celulares.
Un biomédico gerontólogo llamado Aubrey de Grey, tiene la firma postura de que los humanos podrían tener una esperanza de vida indefinida a través de terapias celulares en las cuales se tomarían células que se encuentren en una fase indicada o joven para inyectarlas al cuerpo humano con la esperanza de que éstas se dividan y reemplacen a las células viejas.
Si el envejecimiento fuera visto como una enfermedad, no sería tan complicado tratarlo, como si se tratase de cáncer, o algún incidente autoinmune. Si la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyera en su categoría de enfermedades al envejecimiento, los científicos y doctores estudiarían y buscarían formas de encontrar condiciones óptimas para evitar esta degradación natural.
De este modo, se buscaría identificar a todos los componentes que hacen que el tejido humano envejezca para así diseñar remedios para cada uno de ellos, retrasando la muerte. Cabe destacar que las terapias no cambiarían el ritmo del proceso con el que el cuerpo se hace daño a sí mismo, mas bien se repararía el daño después de que el cuerpo lo haya hecho.
La investigación de Aubrey ha logrado recaudar millones de dólares por parte de Google y PayPal. Muchos científicos cuestionan esta situación por ética, pero no han afirmado que la visión del gerontólogo pudiera estar errada.
Referencia: TED Talk YouTube