Uno de los experimentos más intrigantes de la física es el de la doble rendija, en donde se lanza un flujo de partículas sobre una rejilla y se observa qué es lo que ocurre. El experimento se repite con dos rejillas paralelas y lo sorprendente es que el resultado obtenido cambia cuando lo medimos. Si no hay quien esté observando el experimento, entonces se produce un resultado. Si se observa, el resultado es otro. La conclusión no puede ser más asombrosa: “el observar altera el entorno”.
Por ello, quizás no sea muy sorprendente, sabiendo lo anterior, lo que físicos de la Universidad de Cornell han probado. Se trata de haber demostrado que los átomos no se mueven cuando alguien los está observando. Esto se conoce como el efecto Zeno y este resultado se refleja en uno de las predicciones más bizarras de la mecánica cuántica la cual ha sido demostrada en el UltraCold Lab de Muknud Vengalattore, de Cornell.
Para este experimento, Muknud Vengalattore, profesor asistente de física y los estudiantes graduados Yogesh Patil y Srivatsan K. Chakram, generaron y enfriaron un gas de cerca de mil millones de átomos de Rubidio dentro de una cámara al vacío, y fue suspendida la masa entre rayos laser. Y fue entonces cuando el equipo detectó algo exclusivo: los átomos no se movían mientras hubiese alguna clase de observación. Mientras más frecuentemente el equipo usaba el laser para medir el movimiento, menos veían. La única manera de que se movieran los átomos era cuando los investigadores bajaban la fuerza del laser o cuando lo apagaban completamente. Entonces los átomos se organizaban a sí mismos en un patrón que era una malla, como si se hubiesen cristalizado.
Debe ser genial ver detenerse los átomos por el hecho de verlos, pero hay muchas consecuencias de este efecto Zeno. Por ejemplo, en criptografía cuántica se podría tener un sistema que cuando un intruso quiere ver los datos, estos se destruyen de forma automática.
“Esto nos da una herramienta sin precedentes para controlar un sistema cuántico, tal vez incluso átomo por átomo”, dijo Patil, autor líder del artículo. Más aún, este trabajo abre la puerta a un nuevo método fundamental para manipular los estados cuánticos de los átomos, lo que podría llevar a la creación de nuevos sensores, por ejemplo.