Investigadores de la Universidad de Washington han logrado un método no invasivo para realizar una conexión directa de cerebro a cerebro, usando neuroestímulos y neuroimágenes. Un avance que refieren los desarrolladores se trata de la primera demostración exitosa de dos cerebros vinculados directamente, permitiendo a una persona adivinar con precisión lo que está en la mente de la otra.
En un trabajo anterior, el mismo equipo había conseguido activar las señales cerebrales de un individuo para motivar el movimiento de una mano de otro individuo situado en un lugar separado.
En este experimento los científicos utilizaron varias parejas de participantes con edades comprendidas entre los 19 y los 39 años, que fueron emparejados aleatoriamente y luego fueron situados en dos localizaciones del laboratorio diferentes y oscuras a aproximadamente una milla (1.6 km) de distancia.
Aunque ninguno de los participantes podía realmente ver o escuchar a los demás, cada uno de ellos estaba conectado a una máquina similar a un electroencefalograma (EEG).
Luego cada uno participó en un juego de preguntas y respuestas, en el que una persona pensaba en un objeto (como, por ejemplo, un perro) perteneciente a una determinada categoría (animales), mientras que la otra persona enviaba preguntas por internet para intentar averiguar de qué objeto se trataba.
Sin embargo, la persona que pensaba en el objeto solamente podía responder prestando atención a una luz parpadeante que indicaba “sí” o “no”, ya que en cada respuesta se generaba un tipo ligeramente distinto de actividad neural.
Las respuestas de “sí” o “no” eran, a su vez, digitalizadas y enviadas de vuelta a la corteza visual del cerebro de la persona que preguntaba a través del EEG. Una vez recibidas, las señales del “sí” desencadenaban percepciones de un parpadeo rápido de la luz, y las respuestas del “no” no lo hacían. Entonces se pidió a los que hacían las preguntas que interpretaran las respuestas, después de informales de que el parpadeo de la luz significaba “sí”.
“Después de 20 rondas, descubrimos que las personas eran muy buenas jugando al juego. En promedio, las personas fueron capaces de identificar correctamente los objetos más del 70 por ciento de las veces. Y dado que cada juego implicaba una serie de preguntas y respuestas antes de averiguar el objeto, descubrimos que las personas en realidad pudieron comprender correctamente las respuestas el 93 por ciento de las ocasiones”, dijo Andrea Stocco, responsable de la investigación.
“Es el estudio de interconexión cerebral más complejo que se ha realizado hasta la fecha en seres humanos”.
Referencia: Universidad de Washington