Científicos de la Universidad de Washington de Medicina de St. Louis y la Universidad de Illinois han desarrollado dispositivos inalámbricos, flexibles e implantables que pueden activar y bloquear señales de dolor en el cuerpo y la médula espinal antes de que esas señales lleguen al cerebro.
“Nuestro objetivo final es utilizar esta tecnología para tratar el dolor en lugares muy específicos, proporcionando una especie de” interruptor “para apagar las señales de dolor mucho antes de que lleguen al cerebro”, dijo Robert W. Gereau IV, responsable de la investigación.
Anteriormente, estos dispositivos tenían que ser anclados a los huesos, mientras que los nuevos dispositivos se mantienen en su lugar con puntos de sutura. El beneficio de estos nuevos dispositivos flexibles es que contienen luces microled que activan las células nerviosas específicas, permitiendo a los científicos trabajar con las neuronas en la médula espinal o en otros lugares fuera del sistema nervioso central.
Para su estudio se experimentoó con ratones modificados genéticamente con proteínas sensibles a la luz en las células nerviosas específicas y con el fin de establecer su efectividad, los investigadores provocaron una respuesta de dolor utilizando la luz; como los ratones caminaba por un área determinada en un laberinto, los investigadores activan los dispositivos, causando molestias para los ratones. Luego, cuando salieron de esa zona, los dispositivos apagados, despejando el malestar.
Es comprensible que los ratones aprendieron rápidamente a mantenerse alejado de esa parte específica del laberinto.
Los investigadores explican que debido a que los dispositivos más pequeños son flexibles y se pueden mantener en su lugar con puntos de sutura, podrían tener usos potenciales alrededor de la vejiga, el estómago, los intestinos, el corazón u otros órganos.
Aunque su estudio demostró que sus dispositivos son capaces de entregar el dolor a los ratones, explican que la misma tecnología ahora se podría utilizar para bloquear estas señales de dolor, proporcionando esperanza para los pacientes con dolor actualmente intratables.
“Se demuestra la potencia de esta tecnología mediante la modulación de los circuitos de dolor periférico y medulares, proporcionando pruebas para el potencial uso generalizado de estos dispositivos en la investigación y las futuras aplicaciones clínicas de la optogenética fuera del cerebro.”
Además los científicos explican que diseñaron sus implantes teniendo en cuenta los procesos de fabricación simples que permiten la producción en masa.
Referencia: Nature Biotechnology, Washington University