Científicos de la Universidad de Córdoba y del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han desarrollado un método diagnóstico que utiliza el sudor y el aliento como marcadores de diversas patologías pulmonares, hepáticas y renales.
El sistema utiliza los aminoácidos presentes en el sudor y valora las posibles alteraciones que producen en ellos enfermedades del riñón o el hígado, las neuropatías o la dieta. Actualmente el equipo ya ha demostrado su utilidad al desarrollar una herramienta de cribado para el cáncer de pulmón.
Al estudiar la composición del sudor, el grupo observó que se podía analizar en él el perfil completo de aminoácidos, compuestos que desempeñan un papel esencial en diferentes procesos metabólicos de los seres vivos. La alteración de su expresión está vinculada a la presencia de enfermedades en el riñón o el hígado, por ejemplo.
“El trabajo tiene aplicabilidad tanto en medicina forense como para el desarrollo de aplicaciones clínicas”, dijo Luque de Castro, responsable de la investigación. «Actualmente, el equipo sigue muestreando pacientes, ya que es difícil localizarlos en las primeras fases de la enfermedad para validar los métodos analíticos y realizar una detección precoz”.
Además, estos resultados han despertado el interés de varias empresas. Entre ellas, la compañía estadounidense Eccrine Systems, con quien se ha cerrado un acuerdo para el desarrollo de equipos de muestreo de sudor en el diagnóstico clínico. La empresa está especializada en la creación de sensores que, a través de la sudoración, aportan información sobre la salud o el rendimiento deportivo de los portadores.
Por su parte el trabajo de cribado de cáncer de pulmón, el cual fue el que abrió esta línea de investigación, ha permitido que el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica solicite una patente nacional sobre esta herramienta de monitorización. La metodología puede servir para adelantar el diagnóstico de este tipo de tumores a estadios más tempranos. Actualmente, el cáncer de pulmón se detecta generalmente cuando se encuentra avanzado, lo que complica la supervivencia del paciente.
La perspectiva de que el sudor podía servir como indicador del cáncer de pulmón ya se publicó en Lancet en 1989. Entonces se observó que perros adiestrados tenían la capacidad de discriminar entre muestras de pacientes con esta enfermedad y las de individuos sanos.
Los animales, no obstante, no son herramientas 100% fiables, porque pueden sobrevenirles enfermedades u otras circunstancias que alteren su olfato. La búsqueda de un método analítico con bases químicas es una alternativa más segura.
Referencia: UCO, Science Direct