Buscando ofrecer una alternativa a los implantes cocleares, investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) han creado un sistema que permite escuchar a través de vibraciones en la lengua. Un método que traduce el sonido en impulsos eléctricos que son enviados al cerebro, permitiendo que pacientes sordos puedan escuchar.
Naturalmente pensamos que escuchamos con nuestros oídos, sin embargo el cerebro es el que realmente convierte las ondas sonoras en lo que percibimos como sonido. Nuestro órgano más distintivo también tiene mucha plasticidad, pudiendo adaptar sus regiones para realizar tareas que normalmente no se les asignen.
Las personas ciegas, por ejemplo, a menudo tienen la parte del cerebro responsable de la visión trabajando para interpretar con mayor precisión el audio y crear una mejor imagen mental de lo que hay alrededor.
El invento ha sido iniciado por el profesor John Williams, de dicha universidad, que debido a problemas de audición quería crear una alternativa sencilla para poder seguir ‘escuchando’ a alguien que le hablara de forma sencilla, rápida y totalmente imperceptible de forma externa.
El sistema consiste en una placa que se pone sobre la lengua y que transmite impulsos eléctricos al cerebro. Esos impulsos son creados por un auricular con base a los sonidos que capta en el ambiente. La idea es que, con el uso constante, el cerebro pueda traducir esas señales eléctricas, permitiendo que la persona escuche. Según los investigadores, el sistema es muy fácil de usar y resulta más sencillo que aprender a leer los labios.
El trabajo se basa en dos ideas clave: la lenguaje tiene una serie de conexiones de nervios y el cerebro tiene suficiente elasticidad, incluso cuando la persona es adulta como para cambiar sus métodos de recepción e interpretación de información.
El equipo lleva un año trabajando en el proyecto, creando distintas versiones de la placa que va sobre la lengua. Actualmente están evaluando qué tanto varía la sensibilidad de la lengua entre varias personas, para así determinar si, una vez terminado el proyecto, se podrá lanzar una placa universal o se deberá crear una para cada paciente.
Si bien la versión actual del dispositivo es bastante grande, con cables saliendo de la boca hacia una unidad externa, el objetivo es crear una versión mucho más pequeña, que quede limitada a una placa dentro de la boca.
Referencia: CSU