Científicos del Sanford Burnham Prebys Medical del Discovery Institute (SBP) desarrollaron una tecnología que podría conducir a nuevas terapias para la lesión cerebral traumática. El descubrimiento proporciona un medio de dirigir fármacos o nanopartículas a las áreas dañadas del cerebro.
“Hemos encontrado una secuencia peptídica de cuatro aminoácidos, cisteína, alanina, glutamina y lisina (CAQK), que reconoce el tejido cerebral dañado”, dijo Erkki Ruoslahti, responsable de la investigación. “Este péptido se podría utilizar para aplicar tratamientos que limitan la extensión del daño”.
Se define al traumatismo craneoencefálico como cualquier lesión física, o deterioro funcional del contenido craneal, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica. La lesión cerebral más frecuente es producida por accidentes de tráfico, laborales, caídas o agresiones. Más del 80% de los afectados de lesión cerebral se debe a accidentes de jóvenes entre 15 y 30 años.
En las primeras horas después de un traumatismo craneoencefálico los médicos pueden hacer muy poco, aparte de reducir la presión intracraneal e intentar mantener el riego sanguíneo, y es en la segunda etapa cuando hay ocasión de intervenir para intentar minimizar las consecuencias. Pero aunque se están probando más de un centenar de medicamentos para detener la cascada de daños, casi ninguno se muestra efectivo y muchos presentan efectos secundarios como la inflamación o la necrosis de las neuronas.
El péptido CAQK se pega a una serie de glicoproteínas que se generan en el daño cerebral y la hemorragia que conlleva. De esta manera el péptido puede transportar grandes moléculas hasta la zona del daño, resultados que ya se han probado en tejidos humanos in vitro.
“Nuestra meta es encontrar una alternativa a inyectar el tratamiento directamente en el cerebro, que es invasivo y puede añadir complicaciones. Usando este péptido para introducir el medicamento nos permitiría usar la vía intravenosa, pero aun así llegar al sitio del daño en suficiente cantidad como para tener efecto”, agregó.
Los investigadores ya evalúan la eficacia del péptido en modelos animales con distintos daños en el sistema nervioso central, caso de las lesiones en la médula espinal o la esclerosis múltiple.
Este péptido también podría utilizarse en el diseño de herramientas para detectar las lesiones cerebrales, sobre todo las leves, al unirlo a materiales que puedan ser detectados mediante pruebas de imagen. Y como también puede transportar nanopartículas que podrían cargarse con moléculas más grandes o para la silenciación de genes.