No tendremos la misma suerte que los dinosaurios. Cuando menos es una idea que ahora suena más tangible luego de que NASA anunciará un éxito rotundo alrededor de su misión DART.
Esta prueba experimental, cuyo nombre oficial es Double Asteroid Redirect Mission (DART), tenía como objetivo redirigir un asteroide en el espacio por primera vez al hacer chocar un satélite con un asteroide que se movía a aproximadamente 15 mil millas por hora.
El satétile fue lanzado a finales del año pasado y fue a finales del mes pasado cuando chocó con éxito sobre el asteroide para modificar su trayectoria.
Desde entonces, la misión DART ya habría sido catalogada como un triunfo, pero ahora sabemos de que tamaño es la victoria.
Antes de que se provocará el impacto, la NASA estimó que para que DART tuviera éxito necesitaba cambiar el periodo de la órbita del asteroide llamado Dimorphos en 73 segundos o más.
Este martes, la agencia espacial de los Estados Unidos dio a conocer que tras recopilar, estudiar y analizar los datos de la misión, DART logró modificar el periodo de la órbita en 32 minutos, es decir, en más de 25 veces el punto de referencia citado.
DART ¿un nuevo escudo probado?
Con estos resultados, tal y como menciona Bill Nelson, administrador de la NASA, «si se descubriera un asteroide que amenazara la Tierra y pudiéramos verlo lo suficientemente lejos, esta técnica podría usarse para desviarlo».
Adicional, agregó:
«La NASA ha demostrado que somos serios como defensores del planeta. Este es un momento decisivo para la defensa del planeta y de toda la humanidad, lo que demuestra el compromiso del equipo excepcional de la NASA y sus socios de todo el mundo».
Aunque el éxito es indudable, lo cierto es que estamos lejos de hablar de un escudo espacial definitivo para la Tierra.
Además de detectar con anticipación un asteroide que pudiera afectar a la tierra, este debería de tener dimensiones no tan grandes.
La nave espacial utilizada en la misión DART tenía el tamaño de una máquina expendedora, lo le permitió viajar a aproximadamente 22,530 kilómetros por hora cuando se estrelló con Dimorphos a casi 68 millones de millas de la Tierra.
La realidad es que este asteroide, con un tamaño equivalente a un estadio de futbol, es muchísimo más pequeño que el asteroide que hace 66 millones de años acabó con el 75 por ciento de la vida multicelular en la Tierra hace 66 millones de años.