Conocido como “el paciente de Londres”, parece que podría convertirse oficialmente en el segundo paciente curado de VIH, esto después de que en 2016 recibiera un trasplante de médula ósea, situación que le ha llevado a mantenerse desde entonces sin rastros de VIH, demostrando que el caso de “el paciente de Berlín” es mucho más que una anomalía, pues significa que en verdad han encontrado una posible cura contra el VIH.
Los investigadores mencionaron que el paciente de Londres fue diagnosticado en 2003 y llevaba con tratamiento antirretroviral desde el año 2012. Sin embargo, ese mismo año fue diagnosticado de un linfoma de Hodgkin avanzado, un cáncer muy agresivo que sin duda había sentenciado al paciente.
Para ayudarlo a tratar el cáncer se realizó un procedimiento similar al del paciente de Berlín, es decir, se sometió a un trasplante de células madre hematopoyéticas de un donante con un par de copias del gen CCR5, el cual es una mutación que solo tiene el 1% de la población, situación que le otorga a los humanos que llevan esta mutación una resistencia al virus del VIH.
Después del trasplante de médula ósea el paciente de Londres se mantuvo en tratamiento con antirretrovirales 16 meses, sin embargo, en septiembre de 2017 dejaron de medicarlo, y desde su trasplante no se ha detectado presencia de VIH en su cuerpo.
Este descubrimiento ha llevado a los investigadores a la conclusión de que el paciente de Berlín no fue una anomalía, y que de verdad hay una posibilidad de encontrar la cura contra el VIH.
¿Entonces ya hay cura para el VIH?
A pesar de que los investigadores no pueden declarar como curado aún al paciente de Londres, la realidad es que muchos creen que la conclusión será la de “paciente curado de VIH”, siendo el segundo caso registrado en el mundo, después de el paciente de Berlín.
Sin embargo, Ravindra Gupta, profesor de la Universidad de Cambridge y autor principal de la investigación mencionó que NO SE HA ENCONTRADO UNA CURA.
“No podemos catalogar a esto como una cura clínicamente viable del VIH, de hecho estamos lejos de conseguirla. El trasplante de médula ósea no solo es un procedimiento peligroso y extremadamente doloroso, sino que también deja trastornos severos en los pacientes que pueden durar años”.
Como podemos leer no parece que el trasplante de médula ósea sea una opción viable para tratar a todos los enfermos de VIH, pero es una opción que parece ser eficaz en los dos pacientes tratados, sin embargo, tendremos que esperar a que se encuentre una verdadera cura clínicamente posible de aplicar a la población que se ha infectado de este virus.