No es ninguna novedad que utilizamos el celular para todo. No sólo nos comunicamos y nos entretenemos, sino que también utilizamos a nuestros dispositivos como herramientas de trabajo, para realizar transacciones, tomar fotografías, escuchar música, ver películas, jugar y múltiples cosas más.
El celular ya se convirtió en una extensión más de nosotros mismos y, como bien dicen por ahí, la humanidad crea herramientas y éstas, a su vez, crean a la humanidad. Por ello, no es de sorprenderse que uno de los principales afectados sea el cuerpo humano ante el uso excesivo del celular.
Para tener una noción de cómo podría deformarse el cuerpo humano con el paso del tiempo, la compañía de telecomunicaciones TollFreeForwarding desarrolló un prototipo de nombre ‘Mindy’ en tercera dimensión.
El pronóstico de la compañía es para el año 2100; o sea que no estamos tan alejados de ello. El resultado de este prototipo nos deja ver una espalda encorvada y un cuello más alargado por el tiempo prolongado que pasamos mirando la pantalla de nuestros celulares.
De igual modo, es posible ver en Mindy un cráneo más ancho porque busca protegerse de las radiofrecuencias que emiten los celulares. Sin embargo, el cerebro podría reducir el tamaño a causa del sedentarismo.
Otro cambio que podría ocasionar el uso excesivo de la tecnología es la malformación de las manos, pues se moldearán en forma de garra. Además, el codo estaría doblado a 90 grados.
Pero, uno de los aspectos más aterradores, es, sin duda alguna, la aparición de dobles párpados para proteger a la vista de la luz que emiten los aparatos electrónicos.
Tal vez muchos de nosotros no estemos para vivirlo, pero sí nos deja una buena preocupación al estilo Black Mirror.