Científicos de la Universidad Tsinghua de Pekín en China y de la Universidad Drexel en EE.UU han logrado crear un tumor del cuello uterino a partir de una impresora 3D. Un avance que podrá ayudar a crear nuevos fármacos y otorgarnos valiosa información sobre la forma en la que los tumores se desarrollan, crecen y se extienden por el cuerpo.
El modelo tridimensional consiste en una rejilla de 10 milímetros de ancho por 10 de largo hecha de alginato y fibrina (compuestos que imitan el andamiaje natural sobre el que se sustentan las células tumorales), y recubierto de células HeLa, una línea de células inmortales única que proceden de Henrietta Lacks, una paciente con cáncer de cuello uterino de 1951. Que debido a la capacidad de estas células para dividirse indefinidamente en condiciones de laboratorio, han sido utilizadas en algunos de los estudios científicos más importantes de los últimos 50 años.
“Básicamente hemos imprimido un biomaterial cargado con células HeLa sobre una estructura tridimensional que había sido previamente diseñada en computadora. Siendo la primera vez que se fabrica un modelo de tumor gracias a la tecnología de impresión de células en 3D”, dijo Rui Yao, investigador de la Universidad Tsinghua de Pekín y coautor del estudio.
El equipo señala que este logro abre nuevas posibilidades para entender mejor el cáncer e incluso buscar nuevos tratamientos a la medida de cada paciente de forma más fácil. Ya que hasta ahora la forma más eficaz de investigar tumores es mediante ensayos clínicos, sin embargo, las limitaciones éticas y de seguridad hacen que sea difícil hacer este tipo estudios a gran escala.
De esta manera argumentan que ahora con ese avance se podrían imprimir tumores con las células de un enfermo y estudiar en ellas el efecto de diferentes fármacos y administrarle el más efectivo, además de que la estructura 3D proporcionaría una representación más realista del entorno que rodea a un tumor.
En los resultados se revelo que el 90% de las células cancerosas se mantuvieron viables después del proceso de impresión, mostrando una tasa de proliferación y una expresión de proteínas más alta, así como una mayor resistencia a los fármacos anticancerosos.
“Con una mayor comprensión de estos modelos 3D, podemos utilizarlos para estudiar el desarrollo, invasión, metástasis y el tratamiento de los tumores”, agrego.
De esta manera se abre la posibilidad de que en un futuro seamos capaces de clonar en 3D el tumor de un paciente en concreto, algo que nos permitirá aplicar tratamientos personalizados más eficaces.
Referencia: IOPScience