Científicos de MIT (Massachusetts Institute of Technology) han desarrollado un sistema compacto y portátil de fabricación fármacos que puede ser configurado para producir una variedad de medicamentos a demanda.
Así como un generador de emergencia suministra electricidad ante un corte de energía, este sistema podría desplegarse rápidamente para producir medicamentos necesarios para manejar el brote de una enfermedad inesperada, o para evitar una escasez de medicamentos causada por un cierre de una planta, refieren los investigadores.
«Piense en esto como la copia de seguridad de emergencia para la fabricación de productos farmacéuticos. El objetivo no es reemplazar la fabricación tradicional; es proporcionar una alternativa para estas situaciones especiales», dijo Allan Myerson, responsable de la investigación.
Así mismo este sistema también podría utilizarse para producir pequeñas cantidades de medicamentos necesarios para los ensayos clínicos o para tratar enfermedades raras.
Los investigadores desarrollaron un prototipo similar hace cinco años, pero mucho más grande: de 7 x 2,5 x 2,5 metros. El nuevo sistema puede producir cuatro fármacos formulados como soluciones o suspensiones: Benadryl, lidocaína, Valium, y Prozac, a un ritmo de unas 1000 dosis de un fármaco concreto en 24 horas.
Las reacciones químicas necesarias para la síntesis de cada fármaco fueron diseñadas para que puedan llevarse a cabo a temperaturas de hasta 250 grados centígrados y presiones de hasta 17 atmósferas. Posteriormente la solución del fármaco en bruto se purifica por cristalización y se verifica por medio de un sistema de ultrasonido que asegura que la solución de fármaco formulado está en la concentración correcta.
Una de las ventajas de este sistema a pequeña escala es que podría ser utilizado para hacer pequeñas cantidades de medicamentos que serían prohibitivamente caras de hacer en una planta a gran escala. Esto sería útil para los llamados «medicamentos huérfanos»: medicamentos necesarios por un pequeño número de pacientes.
También podría ser útil en las regiones con pocas instalaciones de almacenamiento farmacéutico, porque los medicamentos se pueden producir bajo demanda, eliminando la necesidad de almacenamiento a largo plazo.
Los investigadores están ahora trabajando en la segunda fase del proyecto, que incluye hacer un sistema alrededor de un 40 por ciento más pequeño y producir fármacos cuya síntesis química sea más compleja. También están trabajando en la producción de pastillas, que son más complicadas de fabricar que los medicamentos líquidos.