La contaminación del planeta es uno de los temas urgentes a resolver desde hace varios años, el calentamiento global es un fenómeno al que parece que mucha gente no le está prestando la atención suficiente. Y aunque la contaminación del planeta se presenta de diversas formas, uno de los productos que más contamina es el plástico, un material que constantemente termina en el mar y destruye otros ecosistemas, pues el plástico puede tardar entre 100 y mil años en desintegrarse.
Sin embargo, durante varios años se ha intentado crear un plástico que se degrade fácilmente con el tiempo, de hecho los bioplásticos son los que menos contaminan. Pero gracias a TheCircuLab de Ecoembes, que es un proyecto europeo enfocado en mejorar la innovación en los envases de plástico y su reciclado, junto con el Centro Tecnológico de AINIA han elaborado un nuevo bioplástico que puede ser la gran solución a los problemas de contaminación.
¿Qué es un bioplástico?
Los bioplásticos son un tipo de plásticos derivados de productos vegetales, pues los plásticos convencionales están derivados del petróleo. Hay tres tipos de bioplásticos, biobasados, biodegradables y bio-bio.
Los biobasados son aquellos basados enteramente con materias primas a partir de residuos vegetales, por otro lado los biodegrabales sí son derivados del petróleo, pero se degradan más rápido con el tiempo, y por último, los bio-bio se hacen con desechos vegetales y se descomponen sin contaminar.
Un nuevo plástico bio-bio
El nuevo plástico es llamado PHBV, y es un bio-bio, que además se mencionó que en las condiciones adecuadas se puede usar como composta, es decir, puede convertirse en abono para el suelo, algo que no muchos productos fabricados por el hombre pueden presumir.
Según los miembros de TheCircularLab, desde que inició el proyecto querían crear un envase que partiera de la naturaleza y pudiera volver a ella.
El proyecto ha tomado solo 6 meses, y tampoco requiere de un proceso de elaboración tan complejo, pero no por eso es sencillo, el problema es que este plástico todavía debe pasar pruebas legales para alimentos y bebidas, y según los encargados de este proyecto, pasarán más o menos 5 años hasta que podamos ver a gran escala bebidas y alimentos con este nuevo bioplástico.
Por otro lado, se dejó muy claro que el hecho que sea un plástico bio-bio no quiere decir que puede ser desechado en cualquier lado, como en el océano, sino que debe ser tratado de forma correcta para que el proceso completo pueda funcionar, y entonces de reduzca la contaminación a cero.