Andrew Adamatzky, profesor de Computación no convencional de la Universidad del Oeste de Bristol, ha publicado un artículo denominado «la historia seca de las computadoras líquidas«, el cual es muy interesante y además, no se necesita ser un especialista para entender. Adamatzky es más conocido por sus incursiones en la implementación de nuevas formas de hacer computación, la más notable denominada «slime mould». Aparentemente esta idea es lo suficientemente inteligente parta reaccionar al entorno y hacer posibles los cálculos. Vamos, que puede considerarse una máquina de Turing.
Pero si la idea de usar un fluido para hacer computación parece extraña, hay que decir que hay dos enfoques distintos para implementar cualquier tipo de computación, ya sea analógica o digital. El enfoque analógico, por ejemplo, aunque interesante, prácticamente está en desusos por las posibilidades y ventajas que ofrece la computadora digital. Hay que decir, sin embargo, que las computadoras analógicas pueden ser muy útiles en ciertos problemas físicos pues lo que se hace es descubrir la solución midiendo el modelo físico.
Por ejemplo, se puede representar el flujo de una corriente en un cable como agua en una tubería. Se puede entonces modelar otros componentes electrónicos usando tanques y válvulas de paso. El resultado final normalmente es la altura del agua en el tanque. Una computadora analógica famosa fue MONIAC, de la cual se habla en la primera parte del artículo mencionado, en donde se modeló la economía de Nueva Zelanda usando agua para representar dinero. La analogía es obvia pues el dinero se maneja como un fluido (que puede ser considerado agua) e incluso hablamos de «liquidez», por mencionar lo bien que se ajusta el modelo en este caso a la computadora analógica.
Pero en la segunda parte del artículo, el autor menciona las máquinas digitales armadas que usan algún tipo de fluido. Aquí el fluido puede representar una cantidad y la siguiente tarea es ver cómo manipular dicho fluido (la cantidad), para obtener la respuesta adecuada. Pero esto suena relativamente trivial, y Adamatzky lo que buscó entonces es una forma de implementar, con fluidos, las compuertas lógicas, por ejemplo, AND, OR y NOT, entre otras.
Una compuerta AND
Lo interesante es que Andrew Adamatzky encontró una forma de hacerlo y creó todas las compuertas lógicas que se necesitaban a través del modelo de tuberías y fluido en ellas. De ahí entonces pudo inventar todo tipo de compuertas basadas en gotas de agua, líquidos, etcétera. Un ejemplo es la implementación de compuertas en el uso de reacciones químicas.
Pero tal vez lo más interesante (y emocionante) del trabajo de Adamatzky es que es fácil hallar compuertas lógicas en la Naturaleza y entonces tenemos que llegar a la conclusión que el mundo es en realidad una computadora.