En la actualidad, imaginar un mundo sin dispositivos tecnológicos es muy difícil, sobre todo porque la tecnología está en todas partes, desde los aparatos con los que nos comunicamos hasta en los que preparamos nuestros alimentos, pero seguro no te has preguntado cómo impactan los avances tecnológicos en el medio ambiente.
La fabricación de dispositivos
El primer gran impacto en el medio ambiente es el que se produce a partir de la fabricación de los dispositivos tecnológicos. Para elaborar el dispositivo desde el que estás leyendo esta tiene componentes que necesitaron de la extracción de cobre, hierro, zinc, oro, plata, aluminio y coltán, considerado como el “oro negro” de la industria.
Estas materias se obtienen de la industria minera que explota recursos de países subdesarrollados, principalmente de África, que la mayoría de las veces no ofrece condiciones de trabajo adecuadas para sus mineros.
La industria minera actualmente trabaja a marchas forzadas para extraer el coltán que se usa para fabricar las baterías de los dispositivos móviles. Este oro negro tiene una alta demanda, pero es bastante escaso y sólo está presente en algunas regiones de África, en donde la explotación minera agrava la inestabilidad política de diversas regiones, además de la desaparición de hábitats y la sobreexplotación de las tierras.
Calentamiento global
Sí, aunque parezca que poco tiene que ver y que muchos magnates tecnológicos quieren desacelerar el cambio climático, la tecnología está contribuyendo a este mal. De acuerdo con The Shift Project, las tecnologías digitales en 2019 representaron un 4% de las emisiones de gases de invernadero.
De hecho, ver películas en streaming también es otra de las formas en cómo impactan los avances tecnológicos en el medio ambiente, ya que tiene un impacto de 1% del total de las emisiones de gases, un nivel sumamente alto por sólo disfrutar de contenido desde casa. Esto se debe a que los centros de datos (o data centers) cada vez necesitan más energía para funcionar, lo cual sigue generando emisiones de gases de invernadero.
La basura tecnológica
Además de todo el impacto que tiene la fabricación de los dispositivos tecnológicos, estos siguen siendo un riesgo para el medio ambiente una vez que los dejamos de usar, pues muchas veces los desechamos aún cuando funcionan para tener un dispositivo más nuevo o debido a la obsolescencia programada que las marcas tanto han negado.
Según cifras de la ONU, cada año se generan 50 millones de toneladas sólo de desperdicios electrónicos, que incluye teléfonos, pantallas, electrodomésticos y computadoras, por mencionar algunas cosas. Si se calculara el peso de esta cantidad anual sería mucho más pesada que sí se logra pesar a todos los aviones comerciales creados en la historia.
La mayor parte de la basura electrónica se deja en vertederos especializados que se encuentran principalmente en China, donde se pone en riesgo la salud de las personas que trabajan ahí debido al plomo y mercurio, entre otros químicos aún más peligrosos como el arsénico, que puede llegar a contener esta basura, además de también contaminar el suelo de los vertederos y así es como impactan los avances tecnológicos en el medio ambiente.
Lo ideal es comenzar a hacer el cambio en nosotros y nuestras familias al tener un consumo más responsable, dando un uso prolongado a los dispositivos electrónicos hasta que dejen de funcionar y no renovarlos constantemente. Además, cuando sea momento de deshacerte de ellos lo ideal es no dejarlos en la basura convencional, sino depositarlos en contenedores especiales para su recolección.