La ley de Moore dice que la potencia de cálculo y número de transistores en un circuito integrado se duplica cada dos años. Desde que se predijo por primera vez en 1965, esta tendencia se ha mantenido con una evolución a ritmo exponencial siendo los tres principales parámetros de fabricación el tamaño, la velocidad y el precio. Ahora científicos de la Universidad de Stanford ha combinado la lógica y la capacidad de memoria para construir un chip «rascacielos», un avance que añade una cuarta dimensión, «la estatura» al ideal de la microelectrónica.
Las tarjetas de circuitos se presentan actualmente como ciudades de un solo piso; pero con una arquitectura futurista se pueden construir capas de lógica y memoria en chips de mayor altura. Durante décadas, la ruta a seguir de la electrónica ha sido más pequeño, más rápido, más barato. Ahora, los ingenieros de Stanford añaden una cuarta palabra: más alto.
Las tarjetas de circuitos actuales son como ciudades superpobladas en las que que los chips de lógica computan y los chips de memoria almacenan los datos. Pero cuando la computadora se emplea a fondo, los cables de conexión de la lógica y la memoria pueden quedar saturados.
El enfoque de Stanford terminaría con este problema mediante la construcción de capas de lógica sobre capas de memoria para crear un chip de gran altura fuertemente interconectado. Muchos miles de «ascensores» electrónicos en nanoescala podrían mover datos entre las capas mucho más rápido, usando menos electricidad, y sin el cuello de botella de los cables propensos a la conexión lógica de un solo piso actuales.
El trabajo está dirigido por Subhasish Mitra, profesor de ingeniería eléctrica y ciencias de la computación, y Philip Wong, profesor en la Escuela de Ingeniería de Stanford. Describen su nueva arquitectura de chip de gran altura en un estudio que se presentará en el Encuentro Internacional IEEE Electron Devices esta semana en San Francisco.
La innovación de los investigadores aprovecha tres avances. La primera es una nueva tecnología para la creación de transistores, esas diminutas puertas que encienden y apagan la electricidad para crear unos y ceros digitales. El segundo es un nuevo tipo de memoria de ordenador que se presta a la fabricación en varios pisos. La tercera es una técnica para construir estas nuevas tecnologías de lógica y memoria en estructuras de gran altura en una forma radicalmente diferente de los esfuerzos anteriores para apilar chips.
«Esta investigación está en una etapa temprana, pero nuestras técnicas de diseño y fabricación son escalables», dijo Mitra. «Con un mayor desarrollo de esta arquitectura, se podría dar lugar a que el rendimiento del equipo sea mucho mayor que cualquier cosa disponible en la actualidad.»
Referencia: Escuela de Ingeniería de Stanford