En el aniversario 106 del nacimiento del “padre de la computación”, Alan Turing, el Museo Nacional de Computación británico abrirá una galería dedicada a la máquina llamada “Bombe”, diseñada por Turing, la cual fue usada para descifrar los mensajes alemanes en la Segunda Guerra Mundial. La galería Bombe es la nueva casa de una réplica funcional de la máquina que redujo el conflicto de la guerra unos dos años.
La máquina bautizada como Bombe era un dispositivo electromecánico que usaron los analistas criptógrafos británicos para poder resolver los mensajes enviados desde la máquina alemana Enigma en la Segunda Guerra Mundial. Bombe fue de hecho un trabajo derivado del esfuerzo de los criptógrafos polacos quienes tenían copias de la máquina alemana, junto con los detalles de ka “bomba criptológica”, antes de que se invadiera Polonia. La versión británica fue diseñada por Alan Turing y refinada por Gordon Welchman.
La construcción de la misma fue responsabilidad de Harold Keen, un ingeniero de la British Tabulating Machine Company (ahora Fujitsu). La máquina permitió que más de 5000 mensajes diarios alemanes fuesen decodificados, algo que hoy se considera como clave para que las Fuerzas Aliadas ganaran la guerra. En su momento hubo unas 210 máquinas Bombe, construidas por la compañía mencionada, las cuales fueron desmanteladas al término del conflicto bélico debido a la preocupación sobre el mantener los secretos del desciframiento en ese entonces.
Sin embargo, la réplica totalmente funcional se reconstruyó en un esfuerzo de 13 años por un grupo de entusiastas, liderados por John Harper, usando los planos originales. La máquina se completó en el 2007. El siguiente video muestra la máquina en acción. Probablemente incluso debió ser más ruidosa que la réplica por los materiales de construcción en su momento.
Esta réplica obtuvo el Premio a la Herencia Ingenieril en el 2009, para honrar a Turing, Welchman y Keen, y como reconocimiento de “un trabajo fantástico para quienes reconstruyeron la Bombe con tal cuidado y pasión”. En el 2014, miembros del Instituto de Ingenieros Mecánicos, el cuerpo responsable que otorgó este premio, pidió que se votara por el candidato más idóneo al premio y entre 99 candidatos, la Bombe recibió la mayoría.
La réplica de la Bombe ya era parte de la exhibición en Blentchley Park, pero ahora se ha movido al Museo Nacional de la Computación, quien logró obtener unas 60 mil libras para la exhibición en un apoyo del público al mejor estilo KickStarter.
Andrew Herbert, director del mencionado museo dijo este año: “La casa que reconstruyó la Bombe nos da perspectiva. Como un dispositivo de pre-computación electromecánico, la Bombe nos ayudará a que los visitantes entiendan mejor el inicio de la computación y los procesos generales de pensamiento que llevaron a construir la primera computadora (Colossus) y las subsecuentes”.