La Inteligencia Artificial (IA) es uno de los grandes pilares tecnológicos del futuro, por eso es que prácticamente cada día descubrimos mejores y fascinantes aplicaciones, solo que esta vez les traemos una que más bien es algo desconcertante.
Se trata de un nuevo dispositivo que usa IA y cuya promesa es aplicar el sexo oral perfecto a los hombres. Por su misma naturaleza, el asunto no ha sido tomado a la ligera y está dando la vuelta al mundo con publicaciones en medios de talla internacional como Motherboard y ABC en España, entre otros.
De hecho, el proyecto, que lleva el nombre de Autoblow IA, utilizó crowdfunding para volverse realidad y la meta que se planteó en Indiegogo de 50,000 dólares se cumplió con tiempo de sobra.
¿Cómo funciona Autoblow IA?
Lo primero que debes saber es que los creadores de Autoblow IA utilizaron 109 horas -más de 1,000 videos- de pornografía para desarrollar lo que llaman sexo oral perfecto. Con toda esa información crearon un algoritmo que ligado a un motor instalado en una funda de hule, todo contenido por un recipiente, y el dispositivo propinaría movimientos para estimular al miembro masculino.
Un aspecto realmente interesante es que el algoritmo desarrollado la gente de The Autoblow usa autoaprendizaje para mejorar la técnica del usuario y, digamos, incrementar su cuota de placer. Incluso utiliza ciencia relacionada con redes neuronales para conseguir la Inteligencia Artificial que presume.
El «genio» detrás de este invento es Brian Sloan, cuya visión fue fusionar sexualidad y tecnología. Para lograrlo, de hecho, recluto científicos especializados y entre todos publicaron una especie de manifiesto llamado Blowjob Paper, una serie de cálculos, tablas y gráficos sobre los movimiento obtenidos de los videos de sexo oral y los tradujeron a diferentes movimiento que están disponibles en el Autoblow AI.
«Tratamos de cuantificar los movimientos “comunes” o “típicos” involucrados en el sexo oral realizado en hombres. Para ello analizamos un conjunto de datos que contiene más de 109 horas de video pornográfico, anotado en cada fotograba con la posición de los labios a lo largo del eje del pene. Utilizamos técnicas de cuantificación para descubrir dieciséis movimientos distintos y mediante estos movimientos diseñamos y evaluamos un sistema que genera secuencias de movimientos realistas mediante el aprendizaje profundo», apunta Brian Slow.