Localizada en la nebulosas Aguila, los pilares lograron su distintiva apariencia cuando enormes estrellas recién creadas, del tipo O y B, emitieron una mezcla poderosa de radiación ultravioleta y vientos estelares que esculpieron la materia alrededor de ellas. Los pilares son grandes masas de material muy denso y mejores equipados para resistir las violentas condiciones creadas por las estrellas jóvenes.
El MUSE, el cual está montado en el Gran telescopio enm el Observatorio Paranal en Chile, ya ha tenido éxito en discernir la distribución de los pilares en el espacio. De acuerdo a estas nuevas observaciones, el pilar más lejano, el del lado izquierdo, está detrás del clúster de estrellas NGC 6611. La punta del pilar aparece más brillante que el resto de los pilares y parece ser que esto es culpa de un número de estrellas tipo B y O presentes en NGC 6611. Las puntas de los otros pilares, aparecen más oscuros porque están en ángulo con respecto a cómo los vemos.
Las recientes observaciones también muestran la presencia de un número de proto-estrellas formándose en las nubes. Sin embargo, de acuerdo a las observaciones parece ser que el nacimiento de nuevas estrellas es un acontecimiento que cada vez es más raro en esa región. Nuevas observaciones le muestran a los astrónomos que los pilares pierden alrededor de 70 veces la masa del Sol cada millón de años, y que la radiación de los vientos estelares se evaporarán en solamente unos tres millones de años, un abrir y cerrar de ojos en las escalas cósmicas.
El siguiente video (cortesía del ESO), muestra la estructura y la visualización de los pilares de la creación, una de las formaciones cósmicas más asombrosas que hemos podido conocer por el mismísimo Hubble.
Referencias:
ESO https://www.eso.org/public/news/eso1518/