Si usted tiene la suerte de vivir en el hemisferio sur y además, tener la posibilidad de una noche clara, podrá observar dos nubes luminosas en los bordes de lo que viene a ser la Vía Láctea. La razón de esto es que estas nubes de estrellas son galaxias satélites en la Vía Láctea, las cuales se llaman “nube pequeña Magelánica” y “nube grande Magelánica”, o SMC y LMC respectivamente (por sus siglas en inglés), las cuales han colisionado.
Utilizando los nuevos datos de un poderos telescopio espacial, los astrónomos de la Universidad de Michigan han descubierto que la región sureste (o un “ala”) de la SMC se ha desplazado del cuerpo principal de la galaxia enana, dando una evidencia irrefutable que la SMC y la LMC han colisionado. “Esto es uno de los resultados más emocionantes”, dice la profesora de astronomía, Sally Oey, autora principal del estudio. “se puede ver que el ala ya es una región separada del resto de la SMC”, indicó.
Junto con un grupo internacional, Oey y sus alumnos implicados en la investigación, como Johnny Dorigo Jones, examinaron la SMC para ver “estrellas que estuviesen escapando”, es decir aquellas que estuviesen siendo disparadas del clúster dentro de la SMC. Para observar esto, usaron datos de Gaia, un telescopio orbital lanzado por la Agencia Espacial Europea.
Gaia se diseñó para ver estrellas una y otra vez sobre un período de muchos años para así poder graficar su movimiento en tiempo real. De esta manera los científicos pueden medir cómo se mueven las estrellas en el cielo. “Hemos estado buscando estrellas masivas muy jóvenes, las más calientes, las más luminosas, lo cual es un evento raro”, dice Oey. La belleza de la SMC y de la LMC es que son galaxias por mérito propio y por ende, buscábamos las estrellas masivas en una sola galaxia”.
Cuando se examinaron las estrellas de una sola galaxia se encontró que primero, tenían información estadística completa de las muestras de las estrellas en una galaxia padre y además, les dio a los astrónomos información sobre la distancia uniforme a todas las estrellas, lo que permitió medir sus velocidades individuales.
“Es interesante que Gaia obtuvo el movimiento apropiado para estas estrellas. Estos movimientos contienen todo lo que estábamos buscando”, dice Dorigo Jones. “Por ejemplo, si observamos a alguien caminando dentro de un avión en vuelo, el movimiento que vemos contiene el avión así como el de la persona caminando, el cual es mucho más lento”, indica el investigador.
Oey y Dorigo Jones estudiaron estas estrellas que escapaban para determinar cómo es que eran separadas del clúster de estrellas. En un mecanismo, llamado el escenario de la supernova binaria, una estrella en un borde gravitacional, explotó en un par binario como una supernova, expulsando otra estrella. Este mecanismo produjo estrellas binarias que emitieron rayos X.
Otro mecanismo es el que ocurre por el clúster de estrellas gravitacionalmente inestable que eventualmente expulsa una o dos estrellas del grupo. A esto se le llama el escenario de la expulsión dinámica, el cual produce estrellas binarias normales. Los investigadores encontraron, cabe decirlo, que ambos mecanismo son importantes para explicar cómo se expulsan las estrellas del clúster.
Observando los datos, el equipo observó que la parte sureste de la SMC junto con la LMC, tuvieron una colisión hace un par de cientos de millones de años.
Los resultados se publican en The Astrophysical Journal Letters.