Investigadores de CalTech parecen haber dado un importante paso en entender cómo el cerebro procesa los rostros de las personas. En un artículo publicado esta semana en Cell, el equipo halló que el cerebro requiere de solamente unas 200 neuronas para diferenciar los rostros.
Para tratar de entender el asunto, los científicos primero le pusieron a unos monos un conjunto de fotografías y grabaron qué células especializadas, neuronas, respondían directamente a las fotos de las caras. Lo que hallaron es que células sueltas no respondían a caras solas. En lugar de esto, cada célula codificaba un vector o una dirección en el espacio del rostro, lo que significa que una sola neurona podía responder solamente a cierta distancia entre los ojos de una persona o a un punto del lado izquierdo de la cara, por ejemplo.
Y aunque hay decenas de miles de neuronas que ajustan las características de los rostros, solamente se necesitan 200 neuronas par codificar de manera única cada rostro. Estas pocas células pueden entonces codificar suficiente información para ser capaz de diferenciar una nueva cara de las otras que se encuentren ya codificadas en el cerebro.
Una vez que se tienen las características faciales, y la definición que hace cada neurona para responder a esto, se le mostró a un mono una nueva cara, grabando su actividad cerebral en respuesta a esto y reconstruyendo la cara considerando lo que hacían las neuronas. Y los investigadores pudieron reconstruir dichos rostros con una precisión asombrosa.
También los investigadores crearon rostros que se veían completamente diferentes uno de otro, pero en la medida que esos rostros compartían una característica específica, los investigadores pudieron hacer que la misma neurona se disparara en cada uno de los rostros con esa característica.
Ahora falta ver si otros investigadores pueden repetir estos experimentos, los cuales podrían ayudar a crear nuevas tecnologías para reconocer rostros usando inteligencia artificial. Le Chang, uno de los científicos del proyecto dijo que «uno solamente puede imaginar las aplicaciones en ciertas técnicas forenses como por ejemplo, reconstruir el rostro de un criminal analizando el cerebro de un testigo».
En este video puede verse más sobre este trabajo.