Luego de una serie de advertencias durante la mañana de este martes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que firmó una iniciativa de reforma para eliminar el horario de verano en el país.
Dentro de los argumentos alrededor de esta decisión, que buscaría modificar un ajuste al reloj que se vive cada seis meses en diferentes ciudades de la República Mexicana desde 1996, se encuentran la aparente inconformidad de la sociedad, ciertos efectos negativos a la salud y un ahorro de energía cada vez menor.
De manera puntual, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, indicó en conferencia de medios:
“¿Por qué eliminar el horario de verano? Hay varios puntos, primero, hay un rechazo popular, hay una inconformidad permanente en la sociedad desde 1996 cuando se instaló este horario, hay más de 40 iniciativas de ley presentadas desde 2001 en contra del horario de verano por diferentes fracciones parlamentarias”
De esta manera, se citaron los resultados de una medición realizada por la Secretaría de Gobernación la cual arrojó que en México existe un 71 por ciento de descontento por el horario de verano.
Adicional se habló de un ahorro de energía reducido que puede costar a la salud y bienestar mental de los mexicanos.
Horario de verano ¿qué dice la ciencia?
La iniciativa de reforma alrededor del horario de verano ha generado una serie de opiniones encontradas. Mientras algunos avalan la postura del Gobierno Federal, otros más indican que el cambio de horario debería mantenerse a favor del ahorro de energía. Lo cierto es que la ciencia ha hablado.
En principio, es justo hablar de los argumentos a favor. Organismos como el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) afirman que el horario de verano supone un ahorro en energía, al tiempo que permite al país empatar con sus socios comerciales en husos horarios.
Sin embargo, es el mismo FIDE el que reconoce que estos ahorros de luz o energéticos han caído de manera dramática durante las últimas dos décadas y media.
Según sus estimaciones, hace 25 años el cambio al horario de verano representaba un ahorro de energía de 2 por ciento, ahora esta cifra ha caído para quedar en 0.5 por ciento.
¿Poco ahorro, muchas afectaciones?
En la misma línea, cifras entregadas por la Secretaría de Energía destacan que durante 2021, el ahorro generado por el horario de verano fue de 537 gigavatios por hora, lo que se traduce en un 0.16 por ciento del consumo nacional o, en términos económicos, un ahorro de 1.138 millones de pesos (el 0.2 por ciento del consumo nacional de electricidad).
Adicional, algunos estudios científicos han demostrado que el cambio al horario de verano podría derivar en más de 14 afectaciones a la salud, sí solo por adelantar el reloj una hora.
Como ejemplo, tenemos un estudio publicado en PLOS Computational Biology durante 2020, en donde se compartieron vínculos derivados del cambio de horario de verano con factores que aumentan el riesgo en problemas cerebrovasculares, cardiovasculares, trastornos mentales y del comportamiento, y enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario.
De aprobarse esta reforma de ley, México se sumaría a los más de 18 países que han abandonado el horario de verano (entre los que se encuentran Argentina, China, Turquía y Brasil) tras considerar que sus beneficios son casi nulos.