La nave espacial de la NASA, New Horizons, probablemente mejor conocida por las fotos de alta resolución que envió desde Plutón en el 2015, ahora tiene una nueva misión. El primero de enero del 2019 la sonda volará muy cerca de un asteroide denominado Ultima Thule, el cual está más lejos que Plutón. Los astrónomos se están preparando para aprender más sobre lo que ocurre en el borde del sistema solar y ya casi en el espacio exterior. Pero de acuerdo a los datos enviados por la nave, se ha hallado un fenómeno denominado «luz curva», que tiene perplejos a los científicos.
New Horizons no llegará a Ultima Thule aún, pero esto no quiere decir que no pueda estar trabajando y enviando información. La nave ha estado ocupada mandando fotos y midiendo el asteroide intentando aprender todo lo posible antes de que llegue el gran día del acercamiento. Esto tiene sus propios problemas, porque aunque el asteroide está muy cerca ya, todavía aparece como un punto brillante en las cámaras de la nave.
Sin embargo, los científicos pueden obtener mucha información de un punto brillante del espacio, como lo que se conoce como la «luz curva». Ultima Thule refjeja la luz del Sol y es por eso que se ve brillante (en lugar de verse como una mancha oscura), pero la cantidad de luz que refleja depende de cuánta luz de su superficie es iluminada por el Sol. Mientras más luz recibe, más brillante es.
Asteroides pequeños como Ultima Thule no son perfectamente redondos y además giran. Por ende, reciben en ocasiones más o menos luz del Sol y brillan más o menos. Esto permite a los científicos incluso entender cuál es la forma geométrica del asteroide, el tamaño y la velocidad de la rotación. New Horizons ha estado viendo a Ultima Thule y ha observado que periódicamente se pone más brillante o más oscuro, pero últimamente no ha cambiado para nada su brillo. En tres meses no se ha observado ningún cambio y esto es realmente extraño. Thule no es definitivamente esférico, lo que sería lógico entender si no cambiara su brillo. El problema a resolver es entonces ¿por qué no cambia su brillo?
Ya se manejan algunas explicaciones, pero ninguna de ellas parece acomodarse a los hechos científicos presentados. Podría pasar que el New Horizons se estuviese alineando con el eje de rotación de Ultima Thule de manera que se estuviese viendo el polo norte o sur del asteroide. Si esto fuese así, podría explicarse la razón del no cambio en el brillo, pero parece ser una coincidencia demasiado grande.
Otra posibilidad es que Ultima Thule esté rodeado por polvo o pequeñas lunas que provoquen este efecto de la curva de luz, pero esta explicación tiene sus propios inconvenientes. Por ejemplo, algunos cuerpos del sistema solar tienen nubes de polvo alrededor de ellos, pero esto pasa típicamente cuando se acerca al Sol. Ultima Thule es frío y oscuro y no debería tener nada de polvo. Podría de todas maneras tener una colección de pequeñas lunas aunque tampoco parece razonable la especulación, porque ningún astrónomo las ha reportado.
Lo bueno es que el misterio se develará muy pronto. New Horizons volará sobre Ultima Thule el primero de enero y mandará fotos del sistema completo. Quizás esto resuelva el problema.