Inspirados en una ave de origen mexicano del mismo nombre, llega al mercado Zacua, el primer biplaza comercial eléctrico mexicano, el cual adopta un diseño de la firma francesa Chatenet, mientras que la motorización eléctrica correrá a cargo de la empresa de origen Vasco, Dynamik Technological Alliance, todo siendo ensamblado en una factoría en Puebla que por el momento ya cuenta con 30 empleados.
Entre sus principales características destaca su batería de origen chino de 6.1kWh, la cual brinda una autonomía de 160 kilómetros con un tiempo de carga de 8 horas, la cual es capaz de ofrecer una potencia máxima de 34kW, es decir, alcanza una velocidad de hasta 95km/h.
En el interior nos encontramos con un habitáculo bastante simple, el cual nos muestra acabados muy comunes, un volante y tacómetro nada destacables, mientras que en el centro nos encontramos con una perilla que controla los modos de manejo (ECO, Standard y Sprint) además de un sistema de climatización manual y de una pantalla que sirve de centro multimedia con funciones como teléfono y conexión a internet.
Por lo pronto, la compañía producirá 100 unidades de este vehículo, teniendo un costo de $460,000 MXN, las cuales comenzarán a entregarlas en noviembre de 2017. De obtener resultados satisfactorios en sus ventas, la producción aumentará al doble para el 2018, hasta llegar a 300 vehículos para el 2019.
Cuando lo “bonito” y los buenos deseos ecológicos no son suficientes
A pesar de que es agradable ver que una empresa mexicana como COPEMSA haga una inversión de tal magnitud para entrar a un nuevo mercado que es un poco más amigable con el medio ambiente, los detalles de este vehículo me hacen pensar distintas cosas sobre la visión que da México como un país que no puede crear algo más que mediocre.
Comenzaré por hablar del diseño, y es que dejando a un lado si es de su agrado o no, el diseño desarrollado por los franceses de Chatenet, se olvida prácticamente de la mayoría de los puntos de seguridad y es que al ser un automóvil tan pequeño, como es el caso de Zacua, vemos que la marca no menciona en ningún momento la seguridad, —no lo mencionaron en la presentación y no lo encontrarán en la página—.
Y esto es porque no tiene ni siquiera bolsas de aire, y no sólo eso, en lo personal me preocupa mucho el apartado de la resistencia de la carrocería en el aspecto de que sucederá si otro vehículo de mayor dimensiones —que son prácticamente todos los demás autos— impacta por la parte lateral o sobretodo en la parte trasera al Zacua. ¿La batería se mantendrá protegida? ¿Cuenta con un apartado o seguro especial contra impactos? ¿notificará al usuario en caso de emergencia?
Esto lo comento porque aunque según Chatenet su estructura de aluminio es muy resistente, la falta de mención de términos de seguridad en un automóvil eléctrico, muy compacto y muy caro me parece preocupante. Además de que el cuidado de las baterías es algo que no debe ser tomado a la ligera, donde hasta Teslas se han incendiado por fallas derivadas de golpes en esta parte.
En el caso de la motorización, la compañía mexicana presenta un automóvil limitado, que está restringido a los 85km/h de velocidad, según esto para justificar que es un automóvil urbano y que no debe de exceder esta velocidad en la ciudad. Así que si son personas citadinas no podrán salir a carretera o al menos no en su Zacua.
Esta bien, se entiende el respeto al reglamento de transito, pero el limitar la velocidad de un vehículo, donde supuestamente su máxima es de 95km/h me hace cuestionar la verdadera eficiencia y autonomía del automóvil, que aunque promete 160 km de rango, esta cifra es de laboratorio, en ambiente controlado y sin considerar, todos los elementos de desgaste a los que se enfrenta un automóvil en una ciudad como la Ciudad de México, por lo que seguramente veremos una autonomía mucho menor.
Pasando a la batería, la compañía Mexicana no supo responder la vida útil de ésta, restando a dar un estimado de entre 5 y 7 años de vida, —algo que no esta mal— y que posteriormente corrigieron al decir que son 1500 ciclos completos la vida óptima de la batería, es decir al cargarla de 0 al 100%, pero sin usar carga rápida, ya que esto generará un mayor desgaste.
Una vez pasados los años y la batería se encuentre en mal estado, uno de los servicios con los que contarán es justamente el cambio de batería —aunque no especificaron si viene dentro de la garantía o tendrá un costo y de cuánto será— donde ocuparán estas baterías ya deficientes para alimentar los cientos de estacionamientos que posee COPEMSA.
Sin duda, Zacua es un proyecto interesante, donde honestamente me gustaría ver una marca mexicana crear un automóvil que pueda ser funcional, atractivo y sobretodo seguro para los mexicanos que pueda reflejar que en nuestro país se pueden desarrollar buenos productos y no un vehículo lleno de incertidumbres que nos dejan con un mal sabor de boca y desconfianza sobre la seriedad de este proyecto.