No ha terminado el primer mes de 2018 y Tesla ya ha dado de que hablar con un par de choques donde afortunadamente las únicas víctimas fueron un Model 3 y Model S.
Comenzaremos con el miembro más reciente de la familia de eléctricos, y es que hace una semana un Model 3 acabo en una zanja en California, donde su conductor volanteó para esquivar un despistado ciervo que se metió en su camino, al parecer el automóvil se encontraba asistiendo al conductor pero fue la brusca reacción de éste la que provocó que su sedan saludará a los peces y renacuajos de río.
Continuamos con el incidente más reciente y con mayor relevancia, donde ahora fue el turno de un Model S, el cual terminó como el nuevo parachoques de un enorme camión de bomberos, donde al parecer, fue la inteligencia artificial del Autopilot la causante de que el sedan se impactara.
Según explica el dueño del Tesla, el coche se encontraba circulando a poco más de 100 km/h mientras que el sistema estaba en funcionamiento antes de impactarse contra el camión.
Por lo pronto, todavía se deben hacer el peritaje adecuado sobre la velocidad real a la que se impactó el Tesla, además de si la culpa fue del piloto automático de Tesla o del conductor quien mintió al intentar culpar al Autopilot. Aunque de ser así, se tendría que considerar nuevamente que tan efectivo es el sistema de conducción autónoma de Tesla o si ciertos modelos están comenzando a presentar fallas.
Lamentablemente, este no ha sido el primer caso aunque afortunadamente si el de menor consecuencias. Un punto que debemos considerar es la importancia de utilizar un términos tan fuertes como es el de Piloto automático, una característica totalmente diferente a la Conducción asistida que tienen los eléctricos de Musk.